Una ‘ventana’ en recuerdo a los difuntos de Algadefe

El Ayuntamiento ha creado una nueva fosa común para albergar los restos del antiguo cementerio y le ha dedicado una escultura diseñada por el artista Amancio González

18/11/2023
 Actualizado a 18/11/2023
Amancio González y miembros el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Algadefe posando junto a la escultura. | MAURICIO PEÑA
Amancio González y miembros el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Algadefe posando junto a la escultura. | MAURICIO PEÑA

 Con un emotivo y sencillo homenaje, Algadefe inauguró este viernes por la tarde una nueva fosa común para albergar los restos del antiguo cementerio de la localidad clausurado desde el año 2007 junto a la que se ha instalado un nueva escultura diseñada por el artista leonés Amancio González en recuerdo de todos los difuntos.

Un acto que comenzó con una pequeña actuación musical antes de que se destapara esta nueva escultura titulada ‘La ventana’ para rendir homenaje a los vecinos fallecidos de Algadefe.

Tal y como explicó el alcalde del municipio del sur leonés, Ubaldo Freire, «esta nueva fosa está destinada para aquellos vecinos que no hayan comprado panteón o que tengan parientes muy lejanos par que tengan la posibilidad de depositar en la fosa común los restos de sus familiares de cara al día que se vacíe el cementerio». 

Asimismo, Freire indicó que «los que buscábamos era una obra de carácter espiritual y en ese momento contactamos con Amancio González y le hicimos el encargo». «Una escultura para la que ha reutilizado trozos de mármol de la escultura de la plaza y que está hecha con mucho respeto y queriendo ser un homenaje de toda la gente procedente del pueblo, de la cual venimos y a la que le debemos todo», enfatizó.

Amancio González posando junto a la escultura ‘La ventana’ inaugurada en el cementerio de Algadefe. | MAURICIO PEÑA
Amancio González posando junto a la escultura ‘La ventana’ inaugurada en el cementerio de Algadefe. | MAURICIO PEÑA

Una obra «espiritual» 

Por su parte, Amancio González explicó que es una obra «inminentemente espiritual» formada por dos figuras, una de mármol y otra de trocitos de hierro que «forman una especie de dualidad que viene a significar la vida y la muerte, el que está y que no está, con dos personas en aspecto doliente que sienten dolor por la ausencia». A la postre, detalló que «en la parte superior se ha situado una ventana, que es la pieza que da título a la obra, en una zona que sobreeleva el muro y por donde entra la luz que viene a significar la esperanza o el reencuentro».

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