Tras una reunión de más de 20 horas de duración, el plazo de negociación finalizó este domingo con un pacto que el secretario general de UGT, Francisco Romero, calificó en declaraciones a Ical como “muy complejo”, con medidas “encaminadas a favorecer al máximo a los trabajadores” y que sindicalmente es un "buen" acuerdo "dentro de la gravedad de la situación”.
Entre las cuestiones detalladas por Romero, se encuentra una indemnización media de 67 días por año trabajado, que “en caso de la mayoría de los trabajadores que finalicen el 31 de diciembre sería mayor”. En el caso de aquellos que tengan expectativas de trabajo inminente, se les permitiría la opción de finalizar de manera inmediata su relación laboral con unas cuantías “que superarían los 45 días por año trabajado”.
Con el objetivo de “minimizar los efectos de las extinciones laborales”, se ofrecerá una jubilación parcial con un contrato de relevos a los trabajadores mayores de 60 años, mientras que a los mayores de 54 podrán acogerse a “un convenio especial” que permitirá que su relación laboral vaya más allá de 2018 y se mantenga hasta el primer semestre de 2019 para “darles las posibilidades de buscar empleo”.
En su conjunto, para Francisco Romero, el acuerdo cuenta con medidas de relevancia, entre las que destacó la creación de un plan social de recolocación, mediante el que se permitirá que aquellos trabajadores que voluntariamente lo decidan tengan la opción de ser recolocados en las plantas de Vestas situadas en Lugo o Ciudad Real, así como las de diferentes partes del mundo. Sin embargo, “no se conoce el número de plazas ofertadas, sino que irán saliendo a medida que vaya pasando el tiempo y vayan surgiendo en las diferentes factorías”.
A esta hora, el acuerdo está en manos de los trabajadores, que llevan reunidos desde las 18 horas en asamblea para decidir si aprueban o no las condiciones del pliego presentado por el Comité de Empresa.
“En el caso de que el acuerdo sea ratificado por los trabajadores, mañana lunes empezaría la incorporación de algunos trabajadores para realizar labores de mantenimiento e ir reanudando posibles líneas de producción”, señaló el representante sindical.
Nuevo inversor
Ante la existencia de un nuevo inversor para la factoría leonesa, Francisco Romero aseguró que se trata de algo en lo que los sindicatos trabajaban de manera paralela en la mesa de reindustrialización para la fábrica de Villadangos del Páramo, algo que “ojalá se convierta en una garantía”.En el caso de que la existencia de este inversor se haga efectiva, Romero aseguró que se estaría “dentro de los objetivos planteados”, que por un lado pasan por mejores condiciones para los trabajadores y por otro por la industrialización de Villadangos del Páramo y León.
“En principio la información es que puede haber algún inversor interesado en hablar, luego otra cosa serán las condiciones que se marquen en esa mesa, pero solamente la posibilidad de que pueda haber interesado a alguno da la esperanza para ver si al final estas expectativas se convierten en realidad”, apuntó.