Bajo el lema 'Nuestra salud está en juego', más de un centenar de veterinarios leoneses se han concentrado este miércoles durante dos horas frente a la Subdelegación del Gobierno en León para protestar contra el recorte de su autonomía profesional que implica el real decreto 666/2023. Esta ley, según han criticado los manifestantes, limita el papel del veterinario a la hora de prescribir y dispensar medicamentos para animales.
Tal y como han expuesto Luciano Díez, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de León, Blanca Blanco, presidenta de la Confederación Empresarial Veterinaria Española (Ceve) y representante de la patronal leonesade las clínicas veterinarias, y Manuel Martínez, presidente del Sindicato Veterinario de León, este decreto no permitiría a los profesionales trabajar bajo sus "conocimientos científicos" para obligarles a hacerlo sobre una ficha técnica en la que se recogerían las "exigencias" de los laboratorios, sin considerar unos usos "mucho más amplios". Una organización que conlleva contratiempos, ya que "al no tener ficha técnica para todas las especies, el criterio veterinario es el que va adaptando los medicamentos que haya para curar las enfermedades que sufren las mascotas".
En este sentido, los veterinarios leoneses recuerdan que "toda la vida" han podido aplicar sus conocimientos científicos para prescribir tratamientos "fuera de etiqueta". "Eso ahora nos ha quedado completamente anulado, por lo que hay muchas patologías que no podemos tratar con medicamentos sencillos, con medicamentos baratos y con medicamentos que nos dejan utilizar. Eso nos impide el trabajo diario", ha valorado Blanca Blanco.
La portavoz de las clínicas veterinarias leonesas considera que, con esta nueva legislación, están "con las manos atadas" y que los cambios repercuten también en los propietarios de mascotas. "Ahora te obligan a ir a una farmacia a comprar un paquete de 100 comprimidos. Ya hay grupos por Internet compartiendo medicamentos. Esto no es la forma de regular, esto es muy confuso para la población. No podemos trabajar así", ha manifestado la presidenta de Ceve en León.
No es un problema con los antibióticos
Paralelamente, los veterinarios aseguran que no se trata de un problema con los antibióticos de las clínicas, a los que han cifrado en un 0,8 por ciento del total de medicamentos dispensados, y con la resistencia que estarían generando. Del mismo modo, consideran que no es válido que el Gobierno se defienda en que es una normativa que viene fijada desde Europa.
Así, desde el Colegio Oficial de Veterinarios de León lamentan que el Ministerio "se enroque" en defender que es una normativa europea cuando tienen margen para legislar. "Hay una norma europea, pero no los límites tan rígidos que se han marcado en España. Hay una normativa europea, pero nosotros hemos ido a extremos muy altos", valora Luciano Díez.
Sanidad y no Agricultura
Del mismo modo, los portavoces del colectivo veterinario han aprovechado esta protesta que se ha celebrado también en todas las ciudades españolas delante de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno para criticar que "históricamente" su profesión haya "quedado relegada" al Ministerio de Agricultura. A este respecto, por su importancia en la salud pública y en la seguridad alimentaria, consideran que su interlocutor debería ser el Ministerio de Sanidad.
El presidente del Sindicato Veterinario de León ha ido más allá al calificar al Ministerio de Agricultura de "productivista y economicista", poniendo el foco en la labor preventiva de los veterinarios. "Estamos diciendo basta ya a este decreto y a esta forma de gestionar los medicamentos. Todos los veterinarios españoles están hartos y estamos preparando ya las siguientes movilizaciones, que serán frente al Congreso de los Diputados. Iremos haciendo pequeñas acciones porque lo que no vamos a consentir es que se vaya a ningunear, como se está haciendo, a la profesión", ha añadido Manuel Martínez.
Los veterinarios leoneseshan dejado claro que continuarán, así, con las protestas y no descartan una huelga para defender los intereses del colectivo y que puedan recetar medicamentos para los animales como lo vienen realizando. La salud de las mascotas, aseguran, está en juego.