Salieron de Valderas un fatídico 24 de julio de 1936 y allí han vuelto 80 años después para recibir un homenaje en el que se ha reivindicado la necesidad de "no olvidar".
Detrás de las nueve cajas que llegaron a Valderas, hay nueve nombres, nueve historias y nueve familias. Pero no son todos. Esta localidad del sur de León padeció las consecuencias del alzamiento franquista del 36, un año que hizo mella y que a día de hoy todavía cuenta con muchas preguntas sin responder.La guerra llegó al municipio y arrasó. Por aquel entonces había unos 4.000 vecinos en el pueblo y más de 170 fueron sacados a la fuerza de sus casas para ir a parar a una cárcel o no sé sabe muy bien dónde ni tampoco porqué. Muchos murieron, nueve volvieron ayer a casa.
La exhumación de la que proceden los restos se localiza en el Monte Estébanez, un paraje boscoso conocido como El Grillo y cercano a San Justo de la Vega. Allí trabajaron voluntarios de diversas nacionalidades que dieron por finalizadas las tareas en julio de 2012 y allí aparecieron los restos de 9 hombres de Valderas cuya identificación genética aún está en proceso como lo está el continuar averiguando qué fue de los que aún no han vuelto. De ello se encarga la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) que trabaja para "seguir reclamando memoria y justicia", comentaba Marco González, su vicepresidente. Él agradeció la tarea de los voluntarios porque «por cada gramo de tierra que mueven están haciendo historia». Su labor es fructífera aunque no exenta de complicaciones como los cotejos del ADN de los restos encontrados en las fosas con los de los familiares que aún viven, pero quienes acudieron al homenaje para recordar y dar descanso a sus antecesores les están agradecidos. "Ya era hora", comentaba uno de ellos.
"Fue Javi, el hijo del curandero de San Justo quien nos dijo dónde estaban exactamente», explicó este sábado González en el acto. Gracias a eso y a un documento pudieron llegar a ellos y saber que murieron y que fueron enterrados allí tras pasar previamente por la cárcel de Astorga. Las cajas donde estaban depositados los restos llevaban aquella fecha en la que salieron de Valderas y una litografía de Castelao en la que se representa el horror de la guerra y con la que la ARMH quiere recordar que "no entierran cuerpos, están enterrando semillas".
Homenaje al recuerdo
El salón de plenos de Valderas se llenó de personas dispuestas a recordar y homenajear a quienes murieron por culpa de la represión franquista. Silvia Blanco, quien todavía es alcaldesa del municipio, intervino en el acto para agradecer el trabajo de la ARMH y pedir que esas personas y todo lo que vivieron "no caiga en el olvido". "Este momento será para mi uno de los mejores de la etapa que ahora cierro en Valderas", declaró emocionada.Tras este primer acto, el homenaje continuó en el cementerio de la localidad, donde se dio sepultura a los restos en un panteón cedido por el ayuntamiento para tal fin. Allí, con música y versos se recordó a quienes sufrieron los horrores de una guerra y de una dictadura. Maxi Barthe, vicepresidente de la Fundación Fermín Carnero con sede en Valderas, intervino, entre muchos otros, y lamentó haber tenido que "esperar 80 años para que en muchos cementerios se pueda levantar una sepultura como esta". Allí descansan ya bajo una lápida que recuerda sus nombres y apellidos, quiénes fueron, y también que "solo el olvido es muerte y su último deseo fue que se les recordara".