En su comparecencia en las Cortes, tras la primera "toma de contacto" con el equipo negociador del PP, que se prolongó por espacio de 90 minutos, García-Gallardo aseguró que se han emplazado para reunirse “pronto” y añadió que les separa “aún” una distancia “muy grande”, a pesar de que tiene la “impresión” de que el PP ve “razonable” y "plausible" sus propuestas sobre violencia de género y memoria histórica.
De esta forma, lamentó que el trato que el Partido Popular quiere para Vox es distinto al que se ha dado a otros partidos con la misma representación y en circunstancias similares. Sin embargo, señaló que conserva la “esperanza” sobre la posibilidad de un acuerdo y descartó seguir una estrategia de “aplastamiento” dada la situación interna del PP. Por ello, evitó inmiscuirse en esa crisis, porque señaló que su interlocutor es Mañueco, algo que agregó le “reconforta”.
Al respecto, García-Gallardo explicó que no habían pedido “ni más ni menos” que otros partidos, sino el “mismo respeto” para sus electorales que el que tuvieron los de Ciudadanos en la pasada legislatura. De esta forma, insistió en que durante la campaña se comprometieron a que sólo votarían a favor de integrar un gobierno que supusiera un “cambio de rumbo” y eso, dijo, exige la entrada de Vox en el Ejecutivo autonómico.
Por ello, el candidato de Vox consideró que parten con la ventaja de haber sido “claros” y añadió que se mantienen “firmes” en este proceso de negociación del futuro gobierno, a pesar de que reconoció que el PP se mantiene en la posición de intentar “gobernar en solitario”. No obstante, les recordó que han logrado 31 procuradores de los 41 que requiere la mayoría absoluta y que tienen que “jugar con esas cartas”.
Por tanto, confió en que pasado el tiempo los ‘populares’ interioricen la idea de que tendrá que pactar con el PSOE o con Vox, ya que en su opinión solo existen estas dos posibilidades. “Cuanto antes se convenza”, apostilló, antes va llegar el acuerdo de programa. “Por desgracia”, dijo la distancia que les separa aún es grande por lo que consideró que “no está cerca ese acuerdo” por la posición del PP, que indicó pretende gobernar en “solitario”.
Cortes y consejerías
“A buen entendedor pocas palabras bastan”, respondió Juan García-Gallardo sobre la exigencia de que Vox reclame puestos, como la Presidencia de las Cortes, en la conformación de la Mesa del parlamento autonómico, que se elige en la sesión del próximo 10 de marzo. Sobre esta cuestión, recordó el peso de Cs en la anterior legislatura y no quiso entrar en más detalles.
Además, el dirigente de Vox apuntó que en la reunión no habían llegado a hablar de ningún reparto de consejerías, pero reivindicó el “derecho” y el “deber” de integrar el gobierno de la Comunidad, porque argumentó es lo que han querido los ciudadanos en las elecciones del 13 de febrero, al otorgar 13 procuradores a su partido.
Acuerdo de programa
García-Gallardo destacó que el Partido Popular consideró “razonable” y de “sentido común” las exigencias programáticas de Vox a pesar de la “demonización” que aseguró sufre por parte de los medios. Por ello, consideró que esta cuestión “no va a ser un impedimento” para que los dos partidos puedan formar gobierno en Castilla y León, una cuestión que consideró necesaria al comprobar que se habían incumplido los pactos alcanzados en comunidades como Murcia, Andalucía o Madrid, así como el Ayuntamiento de la capital.
El candidato de Vox, que planteó la Agenda España y los diez principios rectores del partido, explicó que tiene la “impresión” de que el PP ve “razonable” y “plausible” la posibilidad de “tocar” la ley autonómica de violencia de género, para equiparar -dijo- las prestaciones a todas las víctimas de la violencia “intrafamiliar”, con el objetivo de que tengan “la misma cobertura”.
Además, apuntó que Vox lleva en su ADN proteger a las mujeres de una “manera diferente” a cómo lo hace el PSOE, al que acusó de haber propiciado una “inmigración irregular” que a su juicio supone una “amenaza” para las mujeres, porque señaló que los grupos procedentes del norte de África protagonizan en un mayor porcentaje, del que cabría esperar, las agresiones “en manada”.
También sobre la memoria histórica, García-Gallardo planteó acabar con una normativa que hace un relato “fragmentario” en el que haya “abuelos buenos y abuelos malos”. Además, planteó otros puntos para el acuerdo programático como las “muy necesarias de bajadas de impuestos”, el plan natalidad, la industria y el campo. Además, planteó acabar con las “cuotas” en la legislación, el “lenguaje inclusivo” o con la presencia de “activistas manipulando a niños en la escuela”.
Finalmente, García-Gallardo expresó el “respeto máximo” al principio fundamental de la presunción de inocencia en relación a la investigación judicial y las causas abiertas en los tribunales. Además, añadió que no tiene nada que opinar sobre cuestiones de las que desconoce los detalles.