“En Vox no hay baronías ni caben chantajes”. Con esta contundencia se manifestaron este lunes fuentes de la Dirección nacional de la formación para responder a la decisión del ya exportavoz del partido en las Cortes de Castilla y León, Juan García Gallardo, de dejar su escaño y sus cargos en la formación.
En declaraciones a Ical, estas mismas fuentes explicaron que la causa última de esta ruptura ha sido las reticencias o negativa de Juan García Gallardo en firmar el escrito de expulsión de los dos procuradores críticos con la Dirección nacional del partido, Javier Teira (Salamanca) y Ana Rosa Hernando. De hecho, el documento lleva la rúbrica del hasta ahora secretario general del Grupo, David Hierro, que asumirá a partir de este momento la Portavocía de Vox en las Cortes. Esta renuencia lleva a la organización a incluir al propio García Gallardo en el movimiento crítico con Abascal que visibilizaron los dos procuradores expulsados, siempre según las mismas fuentes. “Aunque Juan (García Gallardo) se ha desvinculado de los rebeldes, lo cierto es que están todos en lo mismo, un variopinto grupo de gente descontenta que muchas veces han estado enfrentados en el pasado y que ahora tienen un punto en común: el desacuerdo con la línea nacional”, aseguran las fuentes consultadas por Ical, quienes concluyen: “sólo hay un Vox, aquí no hay baronías ni caben chantajes”. Asimismo, ubican el origen del conflicto con el ya ex portavoz en la decisión de Bambú (sede nacional de Vox) de salir de los Gobiernos autonómicos y abandonar su puesto como vicepresidente de la Junta.
La Dirección nacional de Vox enmarca también estos movimientos en el proceso preelectoral de Castilla y León, donde los comicios autonómicos deben celebrarse como muy tarde en trece meses, y en la inquietud de algunas personas por encontrar acomodo en las próximas listas en puestos que les garanticen escaño.