Los datos ofrecidos Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer arrojan que el pasado 2024 se dieron nueve casos de cáncer de cérvix por cada 100.000 habitantes en León. Pese a tener una baja incidencia respecto a otros, esta enfermedad es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en la mujer a nivel mundial, con una incidencia aproximada de 660.000 nuevos casos y 350.000 muertes al año. La Unidad de Patología Cervical del Hospital de León explica que las tasas más elevadas de incidencia y mortalidad se dan en los países en vías de desarrollo que tienen dificultades de acceso a los programas de vacunación o de cribado.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) sigue siendo la causa principal de más del 98 % de los casos de cáncer de cuello de útero en León, por eso, los programas de vacunación o de cribado son tan importantes y tienen demostrada su eficacia para prevenir el cáncer de cuello uterino y «el motivo fundamental que justifica la baja incidencia en nuestro medio», explica la doctora María Otero, miembro de la Unidad de Patología Cervical en la capital.
El Programa de prevención y detección precoz de cáncer de cuello de útero es una de las operaciones incluidas dentro de los Programas de Prevención de Salud Pública del Sacyl. De hecho, la doctora Otero señala que, el de Castilla y León, «es uno de los pioneros a nivel nacional en cuanto a la implantación de un cribado poblacional frente al cribado no sistemático realizado dentro de los servicios de salud a petición de la interesada».
El objetivo del programa es la detección precoz de lesiones precancerosas y cáncer en etapas iniciales, lo que se hace mediante dos pruebas de cribado: la citología cervical y la determinación de la existencia del VPH. Un fin que se suma al de intentar llegar a más mujeres, algo que se procura «manteniendo e incrementando la participación de la población diana, entre los 25 y los 65 años», destaca la doctora.
La citología es una prueba de elección en mujeres de 25 a 34 años. En el pasado 2023 se realizaron 4.538 en León y un 6,02 % tuvieron un resultado positivo, superando la media de la comunidad autónoma, que está en un 5,74 %. Esta provincia es, después de Valladolid, donde más pruebas se realizan lo que explica también el porcentaje de resultados positivos.
Ocurre de la misma manera con la determinación del VPH mediante técnicas analíticas de biología molecular. En el 2023 –últimas cifras publicadas en el portal de Datos Abiertos de la Junta de Castilla y León– se obtuvieron 10.392 muestras en León, de las que 1.623 dieron un resultado positivo. Existen más de 100 genotipos de este virus que se dividen entre los de alto o bajo riesgo oncogénico. Los subtipos 16 y 18 son los de mayor riesgo y en el pasado 2023 se dieron 280 en León, un 20,8 % del total de positivos.
El porcentaje de cribados positivos en ambas pruebas es elevado en León por su mayor participación, y también porque «la prueba del VPH frente al a citología convencional es mucho más sensible, lo que implica que haya más resultados positivos», explica María Otero. No obstante, la doctora apela a «tranquilizar» a las pacientes ya que «la mayor parte de las veces serán infecciones transitorias que no van a tener ninguna repercusión en ellas».
Sin embargo, pese a que la probabilidad no sea elevada, desde la Unidad de Patología Cervical insisten en la importancia de realizar revisiones periódicas, bien mediante citología o mediante determinación de VPH. La doctora Marta Otero puntualiza que «entre el 60 y el 70 % de las mujeres diagnosticadas de un cáncer de cuello de útero en España no se han realizado ninguna prueba de cribado en los diez años anteriores al diagnóstico».
Actualización del programa
La última revisión del Programa de prevención supuso la implantación de algunas modificaciones, como es «el adelanto de la prueba de determinación de VPH a los 30 años», explica la doctora Otero, cuando antes se hacía a los 35. Asimismo, el seguimiento de la paciente se basará en su «riesgo individual» y se establecerán unos criterios de derivación a Atención Especializada en función de los resultados de las pruebas y de sus antecedentes.
Asimismo, María Otero alude a la vacunación como otra de las medidas importantes de prevención. La vacuna del VPH está en el calendario infantil de Castilla y León desde el 2008 y este último año se ha incorporado también a los niños. «Entendemos que esto permitirá una protección de grupo que favorecerá más la disminución del número de casos de cáncer asociados al Virus del Papiloma Humano, no solo el de cuello de útero», puntualiza la doctora, dado que no solo afecta a las mujeres. Al tiempo invita a la concienciación de la población adulta ya que «los beneficios de la vacunación están altamente demostrados».