El café bar La Raya, un viejo conocido de los vecinos de Villaquilambre, ha vuelto a abrir sus puertas. Mateo Cembranos, vecino de Villaobispo de las Regueras, ha retomado la actividad de un local que se había perdido y que siempre estuvo lleno gracias a tres generaciones de hosteleros zardinos.
Emilio y antes que él su madre y sus abuelos hicieron de La Raya (primero en el local anexo y luego en el actual) un lugar imprescindible para los vecinos de Navatejera y Villaquilambre y punto de parada obligatoria para todos aquellos 'domingueros' que suben cada fin de semana desde León a la comarca del Torío.

La inauguración del bar La Raya II se celebró el pasado viernes, 7 de marzo, con gran éxito. "Ha sido una locura, no hemos parado de atender clientes durante todo el fin de semana", dice el dueño, un joven emprendedor del pueblo de al lado, que ha tomado las riendas del local, que ya llevaba más de un año cerrado, "para tirar un poco por el municipio".
No ha podido empezar mejor el proyecto empresarial, porque "sobre todo por las mañanas, tenemos mucha gente". Los clientes habituales lo celebran y, a la hora del café y del vermut, no faltan a su cita con La Raya. El nombre del bar se mantiene y hace referencia al apeadero homónimo de la línea de la antigua Feve.
La competencia será dura para Mateo, pues a escasos metros hay ahora dos bares que no existían cuando los anteriores dueños regentaban el bar La Raya. Sin embargo, las buenas tapas (oreja, morro, croquetas y patatas) y la historia de este local están del lado de un negocio a pie de la carretera de la Libertad y a 100 metros del Ayuntamiento de Villaquilambre.