“Ya habló el maricón, se levanta la sesión”

“No me avergüenzo de lo que soy. Me acuesto con quien me da la gana, estaría bueno, así ha sido y así va a seguir siendo, pero aquí es obvio que por ser homosexual no me tratan ni siquiera como a una persona. Cuando hablo en los concejos, miran para otro lado, como si no me escuchasen, y cuando termino tengo que soportar que digan: ‘Bueno, pues como ya habló el maricón, se levanta la sesión’. Pero, sinceramente, lo peor de todo no es eso, sino que lo peor de todo es que parece que por ser gay no tengo los mismos derechos, y eso es lo que me está llevando a la ruina”.

Lo dice Baldomero López Álvarez, al que todo el mundo conoce como Baldo, ganadero del pueblo leonés de Tejedo del Sil, en el municipio de Palacios del Sil, muy cerca de Laciana. La capital de esa comarca, Villablino, será la primera parada de la marcha que tiene previsto comenzar a pie y acompañado por una de sus vacas y que le llevará hasta León. “Estoy al borde de la ruina, debiendo cada vez más dinero, porque al señor pedáneo de mi pueblo, que es también el presidente de la junta gestora de estos montes, no le da la gana firmar la documentación que necesito para poder cobrar la PAC. Y, como todo el mundo sabe, si ya es bastante complicado salir adelante como ganadero, sin cobrar la PAC es prácticamente imposible, y así llevo dos años”. El presidente de la junta vecinal de Tejedo del Sil y de la junta gestora de los pastos al que hace referencia este ganadero es David Verano Díez, que ocupa ambos cargos en representación de Partido Popular.

Baldo ha solicitado en numerosas ocasiones la documentación para poder usar los pastos de su pueblo, no sólo los del monte de utilidad pública, a los que tendría derecho como cualquier otro profesional del sector, sino que tampoco le autorizan a utilizar la parte del monte privado que heredó de sus padres, el último de los cuales falleció hace más o menos dos años. “Tengo la herencia, tengo el testamento, pero directamente no contestan a mis solicitudes, y al final esto funciona como una comunidad de vecinos: es el presidente el que tiene que avisar al administrador de que algo va mal, y si no lo hace, estoy perdido”. Por eso ha iniciado los preparativos para la marcha a pie hasta León, parando en los diferentes ayuntamientos que hay por el camino a lo largo de los 115 kilómetros que separan Tejedo del Sil de la capital de la provincia.

Baldo y su pareja han solicitado a la Junta de Castilla y León la titularidad compartida de su explotación, sin haber obtenido tampoco respuesta. La situación se complica para ellos ya que, después de dos años sin haber podido cobrar las subvenciones de la PAC, si no consiguen incluir hectáreas de pasto en la próxima convocatoria, perderán para siempre el derecho a las ayudas procedentes de Europa, que tramita la Junta y que son el pilar para todos los que se dedican a la ganadería extensiva.

“Metí todos mis ahorros en esto porque quería ser ganadero y ahora estoy asfixiado porque los gastos son muchos, los cuotas también, como saben todos los autónomos, y si no accedo a esas ayudas tendré que cerrar la explotación e irme a otro lugar”.

Pese a las promesas de que su situación se resolverá pronto, Baldo está decidido a emprender la marcha reivindicativa el próximo 10 con rumbo a León. El Ayuntamiento de Villablino ya ha confirmado que le recibirá oficialmente y que le apoyará en todo lo que esté en su mano. Mientras, la lucha de Baldo y su pareja no se detiene por hacer valer sus derechos, sumando en su caso a la difícil tarea de cuadrar los gastos y los ingresos de la ganadería, acechada también por los nuevos baremos de Europa en cuanto a los pastos de montaña, el hecho de que consideran que están siendo discriminados por ser homosexuales.