"Ya no hay ilusión por entrar en las Fuerzas Armadas"

La Asociación Profesional de Suboficiales alerta de salarios mensuales de hasta mil euros menos que los de un guardia civil o un policía y de la falta de reconocimiento de su formación militar

02/07/2024
 Actualizado a 02/07/2024
Carpa instalada este martes en la plaza de Botines por la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas. | MAURICIO PEÑA
Carpa instalada este martes en la plaza de Botines por la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas. | MAURICIO PEÑA

“A nadie le cabe en la cabeza que un cirujano deje el bisturí para ser celador, pero ahora mismo hay subinspectores y oficiales que han dejado los galones para ser guardias civiles”. Son palabras del presidente de la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Asfaspro), Miquel Peñarroya, que ha comparecido en la carpa instalada en la plaza de Botines para dar a conocer a la sociedad la “catastrófica” situación que vive el personal que depende del Ministerio de Defensa tanto desde el punto de vista salarial como del reconocimiento de la formación que reciben.

Esta campaña coincide con la entrega de despachos que el rey presidirá este jueves en la Academia Básica del Aire y del Espacio de La Virgen del Camino. “La enseñanza militar que han cursado los sargentos está completamente fuera del plan de Bolonia. Se les da un título de técnico superior civil y el título de empleo de sargento, pero sin reconocerse las asignaturas militares. No se les reconoce toda la carga lectiva que han asumido en tres años y que equivaldría a 240 créditos ECTS, es decir, un grado universitario que no van a tener”, ha argumentado Peñarroya.

Esto provoca que no haya “ilusión” por entrar a formar parte de las Fuerzas Armadas. “Han dejado de tener atractivo, porque se nos exige mucho y no se nos da casi nada. No queremos que se nos regale nada, pero tampoco que no se nos reconozca lo que merecemos. Cualquier policía o guardia civil de categoría inferior cobra entre 500 y 1.000 euros más al mes que un sargento de las Fuerzas Armadas. Y lamentablemente eso va a hacer que los jóvenes que salen de la Academia Básica del Aire y del Espacio lo dejen dentro de uno o dos años para ser guardias civiles o policías, porque salen con mucha ilusión, pero se le va a quitar rápidamente porque tendrán la sensación de que les están tomando el pelo”, agrega el presidente de Asfaspro.

Detalla además que los alumnos egresados que recibirán sus despachos de manos del rey estarán la semana que viene en la escala de suboficiales con la retribución del grupo A2 del personal de la administración, pero no tendrán reconocida su pertenencia al mismo. “Es como si les hicieran un favor, pero eso se puede perder, porque no se está reconociendo su formación pese a que se lo han ganado a pulso. ¿Quién va a querer venir a las Fuerzas Armadas para formarse tres años y cobrar menos que alguien que está nueve meses y además no tiene la obligación de dejarse la vida? El único personal de la Administración que está obligado a matar o a morir en el cumplimiento de la misión somos los militares y esto parece que, en vez de tener un plus en la paga mensual, tiene un menos. ¿Quién va a venir a defender España?”, se ha preguntado Peñarroya antes de hacer referencia a la situación internacional y a los conflictos bélicos que hay “en la otra punta de Europa”. “Estamos hablando de quién va a manejar unas armas que destruyen y matan en un escenario en el que no estamos ya en el mundo feliz de 1990. Hay mucha tensión y aumenta la posibilidad de entrar en una guerra y se gastan miles de millones en material de defensa, pero ni un céntimo a dignificar nuestras paupérrimas nóminas”, añade el presidente de Asfaspro.

Además, recuerda finalmente que se trata de un problema “de toda la sociedad”, ya que las Fuerzas Armadas han estado siempre presentes en la solución de todas las crisis que no han sido financieras, como fue el caso de las actuaciones militares ante la pandemia de coronavirus o la erupción del volcán de La Palma.

Pero las condiciones salariales y formativas hacen que cada vez haya menos interés por la carrera militar. Por poner un ejemplo, un 6,32% de las plazas convocadas en año pasado para ser suboficial del Ejército del Aire y del Espacio quedaron sin cubrir porque “la ratio de aspirantes a cada una de ellas es muy baja y es difícil elegir a los mejores y más adecuados”, según indica Peñarroya.

“En las Fuerzas Armadas tenemos un salario emocional muy importante con el apoyo de la sociedad, pero de buenas palabras no se vive. Nosotros y nuestras familias vestimos la misma ropa y pagamos los mismos alquileres que cualquiera. La ministra de Defensa, Margarita Robles, sabe que cobramos mal y poco y ahora se ha sacado de la manga una paga única de incentivo que es pan para hoy y hambre para mañana. Es una práctica caciquil y una estafa porque esa paga no se consolida y se reparte como quiera en cada momento. Merecemos un trato digno”, concluye el presidente de Asfaspro.

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