Ya no viven árboles en el molino de Las Puentes

Con el paso del tiempo, los edificios que antes eran de uso ineludible pasan a convertirse en el pasto de la maleza. Dejan de tener vida en su interior para dejar paso a la naturaleza que se cuela por sus grietas. Así ha sucedió con el molino de las Puentes de Valencia de Don Juan cuya imagen en los últimos años era la de una estructura que solo tenía tejado en primavera y verano y que era el que ponían las hojas de los dos chopos que habían crecido rebeldes en su interior. Suponían un peligro para garantizar la conservación del edificio, y aunque era una tarea complicada y de riesgo, esta semana han sido talados en el marco de una intervención a través de la que el Ayuntamiento de Valencia de Don Juan pretende "afianzar la estructura del inmueble que aún se conserva", explicaba este viernes el teniente de alcalde de la localidad, José Jiménez.

Las obras se están realizando con una subvención que ha sido concedida por la Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultura (ILC) con el objetivo de mantener inmuebles de interés etnográfico. Con ella han sido beneficiados 16 ayuntamientos entre los que han repartido 83.000 euros, de los que 7.200 han ido a parar al coyantino que en total invertirá 16.000 euros. Con ellos han aprovechado para adecentar los alrededores del Molino de las Puentes, repletos de maleza y talar los árboles que habían crecido en su interior. Además, "se colocarán puntales con los que conservar de cara al futuro la estructura del molino que aún se mantiene en pie", incidía Jiménez.

Pequeño derrumbe

"En las obras quitaron un hierro que había en una pared y esto provocó que se cayese una pequeña parte de la fachada que da a la carretera que une con San Millán", explicaba este viernes el teniente de alcalde en relación a que a raíz de la actual intervención, el molino ha perdido una porción de pared. "Con lo que estamos ahora haciendo evitaremos situaciones futuras como estas", reconocía.

Cabe recordar que el edificio y la parcela en la que se encuentra era propiedad de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), entidad que se lo cedió al Consistorio a finales de 2015 con la promesa del equipo de gobierno de adecentar la zona, desbrozarla, limpiarla y vallarla. Desde entonces el Ayuntamiento ha llevado a cabo varias intervenciones de limpieza de la maleza del entorno de un edificio que aún conserva algo de su estructura, levantada en el siglo XIX y de ladrillo visto sobre cimientos y pilares de piedra. El paso del tiempo no ha sido el único enemigo del molino de Las Puentes ya que también un incendio hace unos años contribuyó a acentuar su deterioro. Ahora estas obras pretenden poner freno a pequeños derrumbes para no perder más partes de este inmueble que aunque en ruinas, sigue contando las historias de tantos y tantos como pasaron por él con el cereal para moler.