La más poética de las acepciones que la Real Academia Española da para la palabra ‘pionera’ es la primera: «persona que inicia la exploración de nuevas tierras». En los años que siguieron al fin de la dictadura franquista, la política bien podía ser calificada como una nueva tierra. Un territorio virgen, repleto de posibilidades, también de ilusiones, en el que las mujeres todavía tenían limitada su participación. En este sentido, dos leonesas se ajustan plenamente a esa definición de pioneras: Nazaria Morala y Remedios Carbajo.
Ellas fueron las dos únicas mujeres elegidas como alcaldesas en la provincia de León en las elecciones municipales del 3 de abril de 1979, las primeras en la nueva etapa democrática de España. Ambas por la desaparecida Unión de Centro Democrático (UCD), liderada por Adolfo Suárez.
Ambas se presentaron por UCD y recogieron el bastón de mando de sus municipios el 19 de abril de 1979
Hoy esa política de ilusiones y repleta de posibilidades se encuentra más denostada que nunca y el centro ni siquiera existe. Sin embargo, la elección de mujeres para la Alcaldía sí que ha dejado de ser una excepción: 46 alcaldesas salieron elegidas en los últimos comicios municipales. Todas ellas tienen como precursoras a Nazaria, de Villamoratiel de las Matas, y a Remedios, de Cimanes de la Vega. Ambas siguen vivas y su testimonio es historia de la democracia en tierras leonesas.
A Nazaria todos la conocen como Zary. Actualmente tiene 86 años y vive en la ciudad de León, aunque sigue visitando Villamoratiel con su familia. Aquejada de algunos problemas de salud, no ha podido conceder una entrevista a este periódico como Remedios, su compañera en UCD durante la Transición.
Mercedes Rojo, hija de Zary, destaca de su madre que «trabajó mucho y siempre miró por el bien común». Nazaria Morala, la primera alcaldesa de Villamoratiel de las Matas en democracia, «dedicó mucho tiempo» al Ayuntamiento e «intentó mejorar la vida del pueblo dentro de sus posibilidades».
Zary vive actualmente en León y siempre trató de mirar "en conjunto" por los vecinos de Villamoratiel
Zary, como Remedios, recogió el bastón de mando el 19 de abril de 1979 para ser una completa excepción en un León que acababa de salir del franquismo. «La veía siempre gestionar y trabajar en cosas que eran buenas para el pueblo en su conjunto», recuerda Mercedes sobre aquella etapa en la vida de su madre.
Por su parte, no conformándose con ser comerciante, Remedios también dio el salto a la política en Cimanes de la Vega. Con 35 años tomó el bastón de mando en una corporación en la que el resto de integrantes eran hombres.
Por entonces, Cimanes de la Vega era un pueblo con las calles por asfaltar. Pero a grandes males, grande fue Remedios. A pesar de las reticencias iniciales, la alcaldesa convenció a sus vecinos de que esa inversión era necesaria. En aquellos años, en pueblos en «los que se había pisado barro toda la vida», el asfaltado se presentaba como algo prescindible para la mayoría.
Ese fue uno de los grandes legados que Remedios ha dejado en el pueblo en el que, a sus 81 años, continúa viviendo. También lo fue la escuela, en un Cimanes de la Vega que por entonces contaba con cerca de un centenar de niños y niñas. Hoy, como en tantos otros rincones del medio rural, casi se cuentan con los dedos de las manos.
Remedios tuvo que convencer a sus vecinos, reticentes a la obra, para asfaltar las calles de Cimanes
Remedios también presume de ser la impulsora de la casa consistorial. Un edificio que alberga actualmente las oficinas municipales y que, igualmente, cuenta con un pabellón anejo, en el que se organizan fiestas y eventos para los vecinos de las tres localidades: Cimanes, Barriones y Lordemanos. Para que este proyecto se convirtiese en realidad, la regidora tuvo que convencer a principios de los ochenta al resto de la juventud para que se involucrase en las obras. Todo el pueblo, el último de la provincia antes de entrar en suelo zamorano, arrimó el hombro y el ayuntamiento fue inaugurado el 10 de octubre de 1982, en un acto al que acudió el que por entonces era ministro de Sanidad, el leonés Manuel Núñez Pérez.
El tiempo, con sus habituales jugarretas, ha ido diluyendo el legado de Zary y Remedios. El titular de este artículo bien podría ser el de un periódico provincial de finales de los años setenta. Sin embargo, el desconocimiento generalizado entre la sociedad leonesa de estas dos mujeres casi convierte al encabezado en noticioso.
Zary y Remedios exploraron nuevas tierras. Junto con las 47 concejales elegidas en aquellos comicios de la incipiente democracia, ellas fueron las precursoras de las 46 alcaldesas y 498 ediles que actualmente se sientan en los salones de plenos de los ayuntamientos leoneses.
Este periódico intentó reunir por primera vez a Zary y Remedios, pero no ha sido posible. Compañeras de partido, cada una de ellas sabía de la existencia de la otra, pero jamás llegaron a juntarse. Sin embargo, de alguna manera, ambas compartirán para siempre espacio y méritos en esta página y en las que, por qué no, en un futuro vuelvan escribirse sobre ellas. A veces, solo a veces, lo bueno que tiene la memoria histórica es que es capaz de llegar a tiempo.