Las zayas de la Valduerna, "esenciales" para garantizar la recarga del acuífero

El estudio realizado por el CSIS demuestra científicamente la importancia de la filtración para que siga circulando el agua hacia las zonas de más abajo y la necesidad de se pueda llenar antes del 1 de abril en años de sequía

12/03/2025
 Actualizado a 12/03/2025
La compuerta de la zaya que deriva agua del Duerna al Peces. | MAURICIO PEÑA
La compuerta de la zaya que deriva agua del Duerna al Peces. | MAURICIO PEÑA

Las zayas de la margen izquierda del río Duerna, entre las localidades de Castrillo y Robledo de Valduerna, las que recorren su campo regable en sentido sur-norte hasta verter sus aguas en el río Peces y surten los pozos tradicionales de la zona, se ha demostrado científicamente que son «esenciales» para la recarga del acuífero que permite el riego a los agricultores de la comarca.

Esa es la principal conclusión que arroja el proyecto ‘Inventario y caracterización de sistemas ancestrales de siembra y cosecha de agua para la adaptación al cambio climático’, que ha llevado a cabo el Instituto Geológico y Minero del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IGME-CSIC) bajo la financiación de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Una investigación del IGME, dirigida por Sergio Martos Rosillo, coordinador del proyecto y de la Red de Investigación Siembra y Cosecha del Agua en Áreas Naturales Protegidas del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, cuyos resultados obtenidos dio a conocer este martes por la tarde en el antiguo cuartel de Destriana a todos los vecinos de la comarca que siempre han velado por defender este sistema después de un año analizando su funcionamiento con todo tipo de detalle.

Cabe destacar que las zayas son unas acequias excavadas, y sin revestir, en la llanura aluvial situada entre el río Peces y el Duerna. Los regantes de esta comarca desvían el agua del río Duerna hacia el Peces mediante las zayas, al principio de la campaña de riego. Parte del agua que circula por las zayas más el retorno de los primeros riegos se infiltra en el acuífero, donde queda almacenada para posteriormente poder ser extraída mediante pozos, al final de la temporada de riego, cuando ya no es posible derivar el agua desde el río Duerna.

Un instante de la presentación del estudio este martes en Destriana. | L.N.C.
Un instante de la presentación del estudio este martes en Destriana. | L.N.C.

Principales conclusiones

En ese sentido, Martos explica que entre sus conclusiones «las zayas se muestran esenciales para la recarga del acuífero porque sigue circulando el agua por estas acequias sin revestir, que lo que realmente están provocando es que siga circulando el agua para llenar el acuífero, además de beneficiar a los regantes que están en los pueblos de más abajo hacia donde va el agua».

Aunque sostiene que el tiempo de estudio de un año es pequeño para poder analizar todo con detalle, asegura que «tras el análisis se observa que es necesario aumentar el número de zayas por las que circula el agua porque ahora solo están Destriana, Velilla y Robledo». «Si se permitiese por más zayas, el acuífero se recargaría mejor», añade.

Igualmente, Martos apunta entre sus conclusiones que el estudio también comprueba que «en los años que llueve menos, habría que adelantar la campaña de recarga del acuífero antes del 1 de abril para que puedan estar los pozos llenos en verano para garantizar el riego»; una premisa que impide una normativa de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) que no lo permite hasta dicha fecha cada año. 

Por otro lado, el investigar resalta los beneficios del riego por inundación porque «permite recargar el acuífero, un 40% o 50% del agua se queda en la planta, pero el resto se filtra para el acuífero y permite que esa agua se puede utilizar en las zonas de más abajo»; ya que asegura que «el agua circula a una velocidad de un metro al día y cuando está en el acuífero está ahí retenida». «Puede que una gota de agua desde Velilla a la Bañeza pueda tardar 40 años en llegar», afirma.

Pide financiación para otro año

Sergio Martos espera obtener financiación de la CHD para seguir profundizando en el estudio un año más porque «es un sistema tradicional muy interesante que lleva funcionando más de mil años que demuestra la importancia del riego por inundación en estas zonas por encima de técnicas como el goteo con las que supondría el final de este sistema porque no habría prácticamente filtración de agua al acuífero». De hecho, indica que en Estados Unidos y Francia se está utilizando el método de recarga de acuíferos entre regantes y confederación «para aprovechar la infraestructura agrícola y la materia impermeable a través de acuerdos para garantizar el riego en condiciones».

Por ello, el coordinador del proyecto espera que este estudio sirva también para que los regantes se unan para proteger y defender su sistema de riego. «Los agricultores deben tener claro que todo el acuífero es un solo depósito común del que dependen todas las comunidades de regantes, que deberían estar unidas y hacer una comunidad de usuarios para gestionar ellos mismos sus acuíferos y tener asesoramiento técnico».

Con estas conclusiones, el balón está tanto en la mano de los regantes dependiendo de su unión, como de la propia CHD para garantizar el riego si permite que el acuífero se pueda llenar antes del 1 de abril.

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