– ¿Qué motivo le ha llevado a querer contar en un libro, después de más de treinta años, los hechos que provocaron su salida y la de algunos miembros de su familia del grupo empresarial Elosúa?
– Lo primero que quiero aclarar es que el libro no se ha escrito ahora, el libro lo acabé de escribir en junio de 1990, pocos meses después de que sucediesen los lamentables hechos que acabaron con la empresa familiar Elosúa. Aquellos hechos fueron tan graves, tanto en la forma como en el fondo, que sentí la necesidad de escribirlos, sin saber exactamente para qué, tal vez solo, para dar rienda suelta a los sentimientos que me embargaban en aquellos momentos.
¿Por qué ahora decido publicarlos? Precisamente porque han pasado 33 años, porque las heridas ya no sangran, y porque es necesario que se conozcan, no ya los hechos que se produjeron, que son conocidos, sino la forma en que se produjeron, y que las conciencias se remuevan al comprobar que después de 33 años aquello no sirvió para nada, salvo para satisfacer el ego de algunas personas.
![Portada del libro. | PUNTO ROJO](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/CULTURAS/2022/portada_libro_12_01_23_web.jpg)
![Marcelino Elosúa Herrero, padre del autor y fundador de la empresa familiar.](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/CULTURAS/2022/marcelino_elosua_12_01_23_web.jpg)
– Pensar en mi padre, que toda su vida trató de inculcarnos a todos sus hijos el principio de la unión familiar, que si queríamos llegar a ser algo en la vida y llevar a la empresa a la cumbre que él soñaba, y como al final así fue, un nieto suyo, el mayor y de su mismo nombre, con su acción, y aliándose con gente que no era de su misma sangre y con la que no tenía nada en común, salvo su ansia de poder, acabase cargándose la empresa por la que él había luchado hasta su muerte.
– En la actualidad es presidente de la Fundación benéfico social ‘Miguel Ángel Elosúa Rojo’, creada por su hermano jesuita y que se ocupa de la formación de los más desfavorecidos. En 2018 recibió por esta labor la paloma del Abuelo de Oro de Mensajeros de la Paz, una distinción que no sé si para usted tiene ahora más valor y significado que su elección como empresario del año en 1987 por la revista Mercado en directa competencia nada menos que con Mario Conde.
– El Padre Ángel, y Mensajeros de la Paz, con los que la Fundación Elosúa Rojo colabora y ayuda, tuvieron la delicadeza de distinguirme como Abuelo de Oro. Abuelo soy, de oro seguro que no, pero se lo agradezco. Las distinciones empresariales y de otro tipo otorgadas a los gestores de empresas, distinguen a personas, que son cabezas visibles de algo, pero lo que en definitiva premian es la labor de un equipo que está en la sombra y es el autentico destinatario y merecedor de las mismas.
– ¿Qué mensaje ha querido transmitir con la publicación de ‘Confabulación contra Elosúa?
– Remover las conciencias de los que intervinieron en aquella operación, aunque ya no sirva para nada, para pedir perdón, no a los que fuimos masacrados a nivel personal y moral, entre los cuales no solo estábamos los hermanos Elosúa, sino otros altos ejecutivos de la misma, como el secretario general, Juventino Pertejo Fidalgo, que no cometía más pecado que después de estar codo con codo trabajando durante 38 años con mi hermano Marcelino, siendo su sombra, no solo no se le agradeció nada sino que por no haber estado al lado de su hijo, se le echa de la empresa sin un mínimo gesto de agradecimiento.
¿Y por supuesto también habría que pedir perdón a León y a los leoneses, a los cordobeses, a los marteños, almerienses, cántabros, asturianos, gallegos, etc, etc, y tantas otras localidades donde la empresa Elosúa tuvo establecimientos, y que por satisfacer el ego de tres personas, dieron al traste con la empresa Elosúa y con la familia que la había llevado adelante.
Y yo tengo que pedir perdón por no haber sabido o podido gestionar aquella crisis para evitar que se produjese lo que lamentablemente se produjo.
De todo eso hablo en el libro y de otras muchas cosas más.