Andrés Martínez Trapiello: "No hago fotografías, solamente hago fotos"

Presenta este sábado en el Club Peñalba-Casino de León la exposición de fotos ‘Buenos días, buenas noches’, sobre diferentes rincones de León

Fulgencio Fernández
27/01/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Andrés Martínez Trapiello lleva sus «paseos fotográficos por León» a las paredes del Club Peñalba. | DANIEL MARTÍN
Andrés Martínez Trapiello lleva sus «paseos fotográficos por León» a las paredes del Club Peñalba. | DANIEL MARTÍN
«Yo no hago fotografías, eso es algo muy serio y hay mucha gente en León que las hace muy buenas, yo solo hago fotos, que es diferente, son cosas de aficionados». Así explica Andrés Martínez Trapiello la exposición que presenta este sábado en el Club Peñalba -Casino de León y en cuyos carteles pone claramente ‘de fotos’. Y sabe bien de lo que habla este entrañable leonés pues en casa tiene un gran fotógrafo, su hijo, el fotoperiodista Andrés  M. Casares.

Y en su hijo está el origen de la afición de Martínez Trapiello por la fotografía —por las fotos, diría él— pues un día «me regaló una de sus cámaras y comencé a aficionarme. Lo uní a mi ‘desembarco’ en las redes sociales y comencé a colgarlas en mi blog y en mi facebook, con algunos comentarios». Expuesto allí a la vista de todos encontró a gente como Luis Marcos, presidente del Casino, «quien me insistía en que estaban bien, que le gustaban a la gente y que teníamos que hacer una exposición, incluso un libro».  

Y ya está colgada la exposición de fotos que, reconoce, «parece que está gustando a la gente, pues son rincones que conoce...». Como antes vio la luz su libro de relatos ‘La senda del Trapi’, como un día colaboró en una película de Chema Sarmiento, como cantó en el coro de los Dominicos. «Es cierto que un buen amigo, Javier del Vigo, dijo que era un renacentista del siglo XXI. Yo reconozco que me gusta hacer cosas, pero hago las fotos que me gustan pero no soy fotógrafo; escribo lo que me gusta y apetece pero no soy escritor; colaboré con Sarmiento pero no soy actor, pues escribo, hago fotos o actúo para mí y si le gusta a más gente, mucho mejor, pero lo que realmente hago es disfrutar».

Y para que todo eso sea algo más que un divertimento tiene un truco, se lo dio su hijo, el fotoperiodista: «El secreto de una buena fotografía es el alma». Y todo buen padre debe obedecer al hijo.
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