De aquella puesta de largo de ‘El hombre inacabado y otros cuentos’, Aníbal Vega recuerda el viejo piano, por suerte afinado, que le acompañó durante la presentación en el Ristán, pues la manera, ciertamente singular, que tiene el músico y escritor leonés de dar a conocer su obra es interpretar algunas de las piezas musicales que aparecen en los relatos y que han sido compuestas por uno de los personajes del libro en los que Vega ha conseguido desdoblarse. "En principio vamos a volver a tocar Héctor Escobar al bajo y yo al piano un par de piezas o tres, que es lo mismo que hicimos hace algo más de un año en el Café Ristán, y que van a ir precedidas de unos breves comentarios por mi parte sobre los motivos que me han llevado a escribir este libro y de lo que tratan estos relatos", comenta el autor leonés, que reconoce que lo primero que surgió fue el título mientras redactaba una novela que resultó fallida. "Héctor Escobar me propuso escribir un libro de cuentos que tuviera la música como hilo conductor. Sin pensarlo dos veces le dije que sí porque la novela se me estaba quedando demasiado grande y la que iba a ser la novela de mi vida acabó convirtiéndose en un cuento de treinta páginas. Después, ese hombre inacabado ha seguido escribiendo otros cuentos, bajo el título genérico ‘La música, todo locura’, que están conectados entre sí", destaca este ferviente admirador de la cultura estadounidense, aspecto que quiere reivindicar en momentos especialmente difíciles. "Estamos todos radicalmente en contra de ese monstruo que se ha instalado en el país, pero siempre defenderé la cultura norteamericana, sobre todo por el cine, pero también por el rock, por el jazz. Es inevitable que cuando compongo al piano o me pongo a escribir surjan de manera inconsciente todo esos mitos que tengo en el sagrario provenientes de la cultura de ese gran país", sostiene Vega.
![Portada del libro de relatos de Aníbal Vega. | EOLAS EDICIONES](https://www.lanuevacronica.com/uploads/static/la-nueva-cronica/migration/imagenes/tinyMCE/CULTURAS/inconcluso_web.jpg)
La soledad marca las vidas de los personajes que pueblan ‘El hombre inacabado’, algo inevitable en palabras de su autor porque "solos venimos y solos nos vamos a ir, aunque todos intentemos agarrarnos a un tronco, que en mi caso es la música, una excusa perfectamente válida para seguir en el día a día", señala Vega, que desde finales de los ochenta lleva escribiendo de manera compulsiva, aunque haya esperado más de tres décadas para publicar sus escritos gracias a la mediación del editor y músico Héctor Escobar.
En la actualidad Aníbal Vega se encuentra enfrascado en la redacción de una novela que, adelanta, «será más cinematográfica que musical». Aún carente de título, la novela, que verá la luz el próximo año, se aleja de la autoficción de ‘El hombre inacabado’ para adentrarse en la pura ficción a través de las vicisitudes de uno de los eternos secundarios que poblaron el cine español de los años 40 y 50. "Me está costando bastante trabajo porque se trata de un personaje inventado al que sitúo en películas que sí existen y que está rodeado de actores que también son reales. Lo que pretendo es hacer de nuevo un homenaje al siglo XX, en este caso no a través de la música sino de toda esa pléyade de secundarios que hicieron creíble el cine. Casi nunca recordamos sus nombres, pero son los que en realidad sostienen títulos como ‘Surcos’, de José Antonio Nieves Conde, y otros referentes del cine social que se hizo en nuestro país durante aquel periodo", concluye.