Ha sido uno de los grandes protagonistas de la Cultural que 42 años después logró regresar a Segunda División. Es Julen Colinas, que se ganó con su garra y entrega el cariño de la afición desde el primer día, y tras meter 11 tantos en liga desde su posición de extremo, ‘mojó’ también en el día decisivo frente al Barcelona B.
–Ha estado en equipos punteros de la categoría muchos años y por fin le llega el ascenso. ¿Era como soñaba? ¿Qué le viene a la cabeza?
–Muchos años de trabajo, de sufrimiento, de entrenamientos... Estoy muy contento, llevaba ya varios ‘playoffs’ jugados, el año pasado estuve cerca y ya por fin ha tocado.
–Y con gol en el partido decisivo...
–Siempre te pone alegre el hecho de meter un gol, pero sobre todo el ayudar al equipo y a la ciudad.
«Desde el primer día la afición me ha demostrado un cariño espectacular. Tenía 500 y pico mensajes tras el ascenso...»–¿Reflexiona uno sobre que ese gol, su nombre, va a pasar a la historia del club? Porque es un partido que no se olvidará...
–Todavía no somos conscientes, con el paso de los años te darás cuenta de lo que has hecho, de lo que has vivido, de lo que ha sentido toda la ciudad de León... Ahora no creo que veamos la realidad de la dimensión de lo conseguido.
–¿Cómo ha visto la reacción de la gente en León?
–Ha sido increíble, ver a toda la ciudad, a toda esa gente celebrando tu trabajo, la afición que tiene aquí León por el fútbol que estaba un poco apagado y necesitaba ese ‘punch’... ver a toda esa gente tan tan feliz recompensa años y horas de trabajo con creces.
–¿Qué mensaje le lanzaría a esa afición?
–Que muchísimas gracias de corazón, desde el primer día que vine me han demostrado un cariño espectacular y al final no es que nos haya llevado en volandas, es que han llevado ellos al equipo. El hecho de estar ahí tanta gente gritando, animándote... cuando no puedes más eso te da esa energía que te falta y este ascenso es por ellos.
–Mirando un poco hacia atrás, recordamos su llegada, con ese ‘culebrón veraniego’... costó aterrizar en León.
–El verano fue complicado, aparte de tener pocas vacaciones, estuve pegado al teléfono, porque el interés de la Cultural era muy grande. Tenía unas ganas increíbles de venir, con Rubén hablaba casi a diario y hasta que se arregló todo lo pasé mal, pero ese momento malo ya ha pasado y mira cómo acabó...
«Hasta que no pueda más seguiré siempre corriendo, tendré días buenos y malos, pero siempre con intensidad» –Momento malo al inicio y complicado con la llegada de los refuerzos, cuando se queda dos partidos seguidos fuera del once.
–Es complicado estar jugando todo y que suceda eso. La gente venía a ayudar y yo encantado, pero asimilar esa situación fue duro. Lo importante es el equipo y si la gente venía a sumar yo ya dije que no me importaba sumar desde el banquillo, pero había que cambiar el chip y cuando estabas jugando todo era un poquito difícil.
–Al final todos los instantes difíciles parecen haber acabado reforzando al equipo, como la pérdida del primer puesto al caer con el Celta B...
–El equipo estaba como un tiro, pero perder la ventaja y que te quiten el liderato en la primera derrota de toda la temporada en casa fue un palo, pero el equipo supo recapacitar y levantarse de ese golpe duro más fuerte todavía.
–Hablabas de la afición, ¿has notado que desde el primer día el público ha conectado especialmente contigo?
–La gente es muy agradecida. Cuando vine dije que venía a darlo todo, hasta que no pueda más seguiré corriendo, tendré días buenos y malos pero por lo menos que en la intensidad o en el hecho de correr no te puedan recriminar nada. Ha habido días muy buenos, alguno malo, pero en mi conciencia estoy tranquilo que no he parado de correr.
«Perder el liderato fue un palo, pero supimos recapacitar y levantarnos del duro golpe siendo más fuertes todavía» –Le habrá servido también para quitar la espinita de caer en la última ronda y ante un filial como el año pasado...
–El año pasado fue un palo muy gordo, por eso me acordé de la gente de Lleida. Veía la felicidad de la gente de León y me venían a la mente. Nos llega a eliminar el Barça y dejo el fútbol y me hago presidente de la asociación antifiliales.
–Hemos analizado al temporada, pero llega el ‘playoff’ y realmente, ¿en vuestras mejores expectativas esperabais un partido como el del Mini?
–Sabíamos que iba a ser complicado, queríamos sacar un buen resultado, pero es que el que sacamos fue mejor imposible. Nos salió el partido perfecto, el míster lo planteó muy bien, la gente se dejó el alma, no tuvimos el balón pero supimos jugar el otro fútbol y aprovechar nuestras bazas a la contra, porque este equipo ha demostrado que sabe jugar a cualquier cosa.
–Llega la vuelta y se adelanta el Barça. ¿Llegan a aparecer las dudas?
–Tensión había durante toda la semana, pero cuando llegas al vestuario todo el mundo dice que tranquilidad, que nos tienen que meter otro, se tienen que abrir más y vamos a meter otro seguro y a sacarlo adelante.
«¿El gol? Recuerdo que pensé, no sé si va a llegar, pero venga un sprint. Me llegó el balón, le pegué mal... pero entró» –Y el gol llegó, y con tu firma. ¿Cómo recuerdas la jugada?
–Recuerdo que robamos, vi que salió Benja que luego se echó al suelo, luego a Gallar a todo correr y pensé venga, no sé si va a llegar, pero un sprint. Vi que le iba a pegar, se la estaba pidiendo, le voy a perdonar porque metió el golazo ese, pero al final veo que me llega el balón, le pegué mal... y mira, si le pego bien seguro que no entra.
–Con ese tanto de Gallar ya se estalla de alegría...
–Con el gol del empate, si te meten un gol, la presión está ahí, pero con el gol de Gallar ya pensamos.... es imposible, la gente se va a dejar la vida, no he visto correr gente ni delante de un león como en esos momentos.
–¿Qué pasa por su cabeza en ese momento en el que el árbitro pita el final?
–Todas las horas metidas, todo el tiempo de entrenamiento, que desde pequeñito soñaba con esto. De toda mi familia, que me ha visto desde que nací dándole a la patada, de mi novia que llevo con ella cuatro años y es la que me aguanta todos los días, la que me anima, la que tengo un mal día y está ahí siempre, que el año pasado le tocó sufrir los lloros de pena y esta los de alegría.
«De la Cultural en Segunda espero que de guerra y que la gente disfrute al máximo que lleva mucho esperándolo» –Y llegan las celebraciones, ¿con qué se queda de ellas?
–Con cómo se abraza la gente cuando pita el árbitro, la vuelta al estadio con la gente eufórica animándote y diciéndote de todo, ver toda esa cantidad de gente en Guzmán, al día siguiente lo del balcón con tantísimas personas...
–¿Cuántas felicitaciones le han llegado?
–Tenía 500 y pico mensajes... Mis amigos, toda mi familia, gente con la que jugaba a los 13 años de fútbol, de todos los sitios por los que he pasado... En el fútbol conoces mucha gente y que cuando pasa una alegría así se acuerden de ti es precioso.
–¿Qué espera de la Cultural en Segunda División?
–Que de guerra, que la gente disfrute al máximo que lleva mucho tiempo esperándolo e ir partido a partido.
Colinas: "Ver a toda la ciudad tan feliz recompensa años de trabajo con creces"
El extremo de la Cultural pensó con el pitido final "en todas las horas de entreno metidas desde pequeño" y cree que la afición "llevó al equipo, subimos por ellos"
01/06/2017
Actualizado a
19/09/2019
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