Un partido que los 80 equipos de la Segunda División B hubieran firmado jugar y que a la vez fue este jueves poco más que un incordio para los únicos dos que lo lograron. Cultural y Lorca disputaron la ida de una eliminatoria que bien es cierto que tiene un trofeo como premio, pero que no es mayor que el que uno y otro consiguieron hace menos de una semana y que no es otro que el ascenso a Segunda.
Un viaje eterno, con hasta cuatro cambios de autobús por diversos motivos, además de una semana en el que apenas hubo media hora de entrenamiento en el pequeño momento en el que no se celebró lo logrado, no fueron excusa para el que parece insaciable apetito de victoria de la Cultural.
No dudó Rubén de la Barrera en alinear a un once más que reconocible en el que apenas Leandro, Regalón, Forniés y Iago Ortiz fueron novedades respecto al que logró el ascenso el pasado domingo. Más cambios hizo David Vidal en el suyo en lo que parecía ser una declaración de intenciones que apenas tardó un minuto en confirmarse.
Y es que la primera vez que tuvo la Cultural el balón fue para demostrarle a los pocos presentes en el Artés Carrasco el por qué de su éxito. La tocaron todos los de rosa para que finalmente Iago se la dejara de cara a Toni en la frontal y el murciano, a escasos 80 kilómetros de su casa, le dio una alegría a lo suyos poniendo en balón en la escuadra.
Un derechazo inapelable, imagen de la mejor Cultural, que recordó aunque con la otra pierna el tanto de la ida ante el Barça B y reaviva más si cabe las ganas de la afición leonesa por mantener al centrocampista de cara a la próxima temporada en lo que parece poco menos que un imposible.
Los buenos equipos no saben jugar mal al fútbol ni en una pachanga en la playa de vacaciones y si además esa plantilla no puede evitar mostrar su carácter competitivo, se explica el inicio de partido de la Cultural.
Toni, en la primera jugada del partido, culminaba a lo grande una sensacional combinación por parte de todo el equipoPorque los leoneses brillaron una vez más con el balón y apenas sufrieron cuando lo tenía un Lorca que más que jugarlo, respiraba con él. Otro aviso de Bastos y un par de buenas acciones del exculturalista Moreno que primero en posición antirreglamentaria y después con una parada de Leandro se quedaron en nada, llevaron al encuentro a bajar el ritmo inicial.
Y es que cada vez que la Cultural tenía el balón se traducía en peligro. Ángel Bastos se quedaba solo ante Lafrentz pero no resolvía con eficacia y Gallar volvía a tener un disparo claro para abrir ventaja en un marcador que no se movía. Tampoco lo hacía a favor de los locales, que solo encontraban opción de hacerlo en los pocos balones que perdió la transición de los leoneses y que se tradujeron en disparos poco certeros de Ojeda o Matheus o en algún aislado contraataque también sin peligro.
Merecida victoria por tanto al descanso de una Cultural que podía haber incluso abierto más brecha en el marcador y que decidió en la segunda mitad no soltar el acelerador.
Porque, como parecía no poder ser de otra forma, la primera ocasión de la segunda mitad fue para la Cultural con un disparo de Forniés que se estrelló en el larguero y que quedaba anulado por fuera de juego previo.
Se merecía el escaso público (a pesar de tener la entrada gratuita) que se acercó a ver al Lorca que su equipo al menos intentara llevarse un resultado más favorable a León y el conjunto de David Vidal mejoró sensiblemente cuando el gallego quitó curiosamente a los dos exculturalistas que alineó. Desacertados Jaime Moreno y Borja Martínez, la entrada de Noguera y Carlos le dio otro aire a su equipo, que por medio de Poley tuvo una buena ocasión para lograr el empate si bien el balón rebotaba en Forniés para irse a córner.
Sin embargo, mucho más clara fue la ocasión que marró un Gallar que junto a Yeray cumplió con la promesa de teñirse el cabello para celebrar el ascenso. El catalán se quedaba solo ante Lafrentz tras un buen pase de Antonio Martínez, que acababa de entrar por Julen, tratando de picar el balón por encima del guardameta chileno si bien éste se marchaba por encima del larguero.
Pareció prácticamente morir ahí el encuentro, que Jorge Ortí tampoco tuvo minutos para revolucionar el partido, hasta que en una ocasión aislada Leandro le dio vida a la eliminatoria.
Un mal despeje del guardameta valenciano dejaba el balón en el área para un jugador murciano y al tratar el portero de atraparla derribaba éste a su adversario cometiendo un penalti que nadie protestó. Poley convertía e igualaba la contienda a cinco minutos para el final dejando en un resultado menos bueno del que pudo ser, pero que a todas luces tanto por el propio marcador como por lo visto sobre el terreno de juego, deja a la Cultural como gran favorita para proclamarse campeona de campeones este domingo ante su afición.
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01/06/2017
Actualizado a
06/09/2019
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