Sacar un disco en Nochebuena no es la acción de marketing más acertada, siempre y cuando te importe algo lo que el resto pueda pensar de tí. No es el caso de Bad Bunny, una inesperada y gratísima sorpresa para cerrar el año y que seguramente le deje por falta de tiempo como el primer gran tema del que hablar en el mundo de la música en 2019. Porque después de mil y un ‘singles’ con decenas de colaboraciones que le han colocado en la cima de la música urbana, en ‘X 100PRE’ Bad Bunny apuesta por reivindicarse con nada menos que 15 canciones en la que apenas hay algún tramo desperdiciable. En una escena tremendamente plana, nadie podía esperar la declaración de intenciones del hombre detrás del ‘conejo’, Benito Antonio Martínez. Una mezcla de estilos y temas que sin salirse del perfil que se podía esperar, es mucho más que reguetón. Es trap, es pop, es rock, es dembow... un abanico de estilos en un disco compuesto íntegramente por él y en el que las únicas colaboraciones hablan claro de por dónde van los tiros. Así aparecen el gran nombre del trap mundial, Drake, una referencia en el dembow y se adivina con una sonrisa la voz de un puertorriqueño ilustre como Ricky Martin en ‘Caro’. Sin abusar del ‘autotune’ y con lo que parece ser un primer intento por el cambio de discurso especialmente en lo que tiene que ver con el género, Bad Bunny demuestra que tiene mucho que decir.
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