Caer en el sobreendeudamiento es evitable, ¿cómo lograrlo?

La incertidumbre económica actual invita a ser especialmente cuidadosos en las previsiones financieras para no entrar en un déficit insalvable

L.N.C.
18/11/2020
 Actualizado a 12/02/2021
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Es imposible descifrar a ciencia cierta cuál va a ser la situación sanitaria, social y económica en los próximos meses. La realidad dibujada por la Covid-19 no sólo ha afectado a la salud de más de un millón de personas en el territorio nacional, sino que también se ha llevado a su paso a infinidad de negocios y pequeñas empresas que no han logrado sobreponerse a los meses sin ingresos que originó el parón de la actividad económica durante el confinamiento.

En un contexto tan desalentador, donde cada vez son más frecuentes en las calles los carteles de “Se traspasa” o “Liquidación por cierre”, el trabajo preventivo se antoja fundamental. Los que siguen peleando por prolongar la vida de su negocio han de ser más precavidos que nunca para no caer en el sobreendeudamiento, un problema que cada vez afecta a más particulares y que puede ser evitable con una buena planificación previa. Pero, ¿cuáles suelen ser los motivos principales que conducen a tantas personas a esta situación?

Motivos comunes


Una de las mejores formas de sumergirse en un problema como el del sobreendeudamiento y conocer de cerca cómo se instaura en el capital económico de una persona, es conocer la situación concreta de los afectados. Fina Salazar, social letrada del despacho Abogados para tus deudas y trata a diario con personas con dificultades económicas. Ella explica sin titubeos cuáles suelen ser los motivos más frecuentes que llevan a los afectados a este punto tan crítico.

“Uno de los motivos principales que nos encontramos”, comenta, “es la suma de varios microcréditos que terminan en una deuda inasumible y creciente debido a sus intereses”. Esta realidad, añade, “suele venir provocada por una bajada considerable de los ingresos, que empuja a las personas a pedir financiación y utilizar tarjetas de crédito para cubrir gastos”.

Tal y como apunta Fina Salazar, los intereses o los microcréditos pueden jugar una mala pasada hasta el punto de incluso contar con condiciones de dudosa transparencia que rozan la usura. Sobre este hecho, añade que “en ocasiones esta concatenación de microcréditos se produce por no conocer adecuadamente la capacidad de pago y endeudamiento que rodea al afectado”. Y es que existen casos bastante frecuentes de particulares que acceden a créditos con unas condiciones que difícilmente podrán asumir dada su ya maltrecha situación.

Estos son sólo un perfil de afectado, otro ejemplo común es “aquella persona que tiene una hipoteca al corriente de pago que le ocupa la mayor parte del sueldo”. De esta manera, en ocasiones como puede ser la actual, donde se producen variaciones en los ingresos o el salario, “se produce un desequilibrio entre gastos e ingresos y conforme avanza el tiempo se acentúa la deuda y no se encuentra la forma de asumirla”.

En cualquier caso, la especialista no duda en reconocer que el contexto actual ha roto un poco con el perfil ‘tipo’ de persona sobreendeudada. No hay que olvidar que “ha sido una situación totalmente imprevisible donde muchas personas se han visto afectadas” y han sufrido “una caída drástica en los ingresos de un día para otro, mientras que los gastos se han mantenido”.

Consejos para evitar el problema


Con el fin de que cada vez menos personas tengan que verse abocadas a pasar por este mal trago, Fina Salazar trata de apuntar una serie de ideas que bien pueden servir como consejos para evitar cualquier escenario de sobreendeudamiento con deudas impagadas y acreedores reclamando dinero.

Bajo su punto de vista lo más importante es “planificar y ahorrar” y por ello recomienda “llevar un registro familiar de gastos e ingresos, apuntando durante un mes todo lo que se gana y todo lo que se gasta”. En ese mismo análisis o desglose “también puede ser útil apuntar en qué se gasta el dinero y así concluir si se trata de algo indispensable o si son cosas de las que se puede prescindir”. Con todo esto, una vez realizado, sólo quedaría “o bien tratar de reducir los gastos prescindibles, o bien ajustarlos a los ingresos para poder pagar las deudas vigentes”.

Esta idea inicial también puede ser interesante “utilizarla en la capacidad de pago y de endeudamiento”. Así pues, “si se tiene varias deudas, es conveniente hacer un listado con todas y cada una de ellas, y con sus correspondientes cuotas”. Hecho esto y con toda esta información enmano, “solo queda determinar cómo es la situación y también decidir si es viable o no solicitar un nuevo crédito, siempre teniendo en cuenta los intereses asociados a este”.

Ya que a grandes males hay que poner grandes remedios, con una planificación adecuada y un trabajo preventivo acorde a la situación se puede lograr evitar tomar medidas más definitivas para los intereses de los afectados como puede ser la Ley de Segunda Oportunidad. De no ser así, si no se termina de encontrar una solución de forma individual o conjunta, otra opción siempre considerable es buscar el asesoramiento o ayuda de algún profesional. Evitar el sobreendeudamiento se puede lograr.
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