Así lo ha confirmado el director de la planta berciana, Jaime Santoalla,que recuerda que en España «está aumentando el consumo de cemento». «En otros sitios se está notando ya este repunte y en el noroeste y Galicia, que es nuestro mercado natural, esperamos que se note ya a lo largo del año que viene», explica.
Así, Santoalla confirma que «lo peor de lo crisis ya ha pasado» y en la fábrica berciana se mira ya hacia el futuro con la ambición de que las cifras empiecen a aumentar. «Ha llegado el momento de crecer», señala el director de la planta, que recuerda que las instalaciones están en condiciones de soportar un incremento de la producción. «Tenemos la fábrica muy bien preparada, está funcionando a la perfección con unos indicadores técnicos muy buenos, así que somos muy optimistas de cara al futuro», reitera.
Y es que pese a que en los últimos años ha sido el mercado extranjero el que ha paliado la bajada del consumo interno, Santoalla recuerda que solo es un «complemento» y es el propio mercado nacional el que marca la salud de las cifras de la planta. Así, tras varios años «estancado», se ha notado un «repunte» que esperan que llegue a la planta berciana el año que viene. «El incremento que se baraja es pequeño, pero lo importante es el cambio de tendencia», apostilla.
En este momento, en la planta de Cementos Cosmos en Toral de los Vados trabajan 150 personas de forma directa, lo que la convierte en uno de los principales motores de empleo de la comarca. Tiene capacidad para fabricar entre 1,2 y 1,5 millones de toneladas de cemento al año, aunque en este momento está produciendo en torno a 600.000 toneladas, funcionando a un 50% de su capacidad.
Éxito de las visitas guiadas
La fábrica abrió ayer sus puertas para que se pudieran visitar las instalaciones y conocer los entresijos de la planta de mano de los propios trabajadores, guías improvisados que trataron de acercar su día a día a los curiosos. «Mucha gente solo la ha visto desde fuera y no saben cómo es por dentro ni lo que requiere el proceso de producción. Se van muy sorprendidos de ver cómo funciona el horno o los molinos», explica el director de la fábrica, que destaca la aceptación de una iniciativa que ya lleva realizándose varios años. «Pese a la previsión de lluvia teníamos inscritas cerca de 600 personas. Cada año va creciendo el número de personas que nos visita y que se interesa por el trabajo que hacemos», sentencia.