"Cuando una fábrica cierra se muere una parte de la provincia". De este modo, el presidente del Comité de Empresa de Vestas, Juan Francisco García, ha resumido el sentir de los miles de leoneses que han arropado a los trabajadores de la fábrica de Villadangos del Páramo en una manifestación histórica. La marcha reclama el mantenimiento del empleo de los 360 puestos de trabajo directos y de los cerca de 1.500 indirectos que sirven a la factoría leonesa. Todo León se ha echado a la calle para exigir que se hagan valer los más de 15 millones en ayudas públicas que ha recibido la multinacional.
A esta lucha se han sumado colectivos y personalidades de todos los signos políticos en una demostración de unidad casi inédita en la provincia. En juego no está solo el futuro de 2.000 familias, sino el de un territorio que ve mermar progresivamente sus expectativas, pese a los recursos existentes. Una sensación generalizada que se concreta en la situación actual de la plantilla de Vestas y para la que la ciudadanía pide también la implicación de las administraciones.
El clamor de los trabajadores, junto con el de miles de leoneses, va dirigido a la multinacional danesa, que en ningún momento ha dado su brazo a torcer, pese a la huelga, los encierros de los trabajadores, la intervención del Gobierno central o las comunicaciones remitidas desde la Junta de Castilla y León, a la que el Consejo de Administración no ha dado respuesta.
El grito de la sociedad civil leonesa va dirigido a todos los que tienen algo que aportar al desarrollo de oportunidades para una tierra que se despuebla y envejece. Entre los lemas de la marcha se puede leer ‘Por la reindustrialización’. Un alegato de una población que, en palabras de los trabajadores de Vestas, ve morir su futuro cierre a cierre, ERE a ERE, fábrica a fábrica.
"Si Vestas cierra una parte de la provincia se muere"
Una manifestación histórica contra el cierre de la fábrica reclama industria para León
06/09/2018
Actualizado a
19/09/2019
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