Cuenca 28 - Ademar 26: 'Una guerra con caídos y derrota'

La roja a Santista, cuando Ademar ganaba de 4 y había recibido 6 goles en 22 minutos, cambia un choque muy caliente con lesiones de Panos y Boskos y triunfo de Cuenca

Jesús Coca Aguilera
29/10/2022
 Actualizado a 29/10/2022
David da un pase ante la defensa de Juanjo Fernández. | J.A. LILLO
David da un pase ante la defensa de Juanjo Fernández. | J.A. LILLO
Es el minuto 22 de encuentro y para Abanca Ademar parece que el choque de Granollers no hubiese terminado y la exhibición tuviera continuidad ocho días después en uno de los escenarios más calientes de la liga.

6-10 ganan los leoneses en la pista del segundo clasificado, con el 6-0 con Santista y Tiago rindiendo a un nivel excepcional y ‘cortocircuitando’ el ataque local, Saeid desesperando a los atacantes con sus paradas y gestos, y el ataque sobreponiéndose a la durísima defensa, que como es habitual en Cuenca rayaba la violencia, con un gran Castro en la dirección, los pivotes haciendo daño en seis metros y un Deividas Virbauskas que salía de titular completando un excepcional arranque de encuentro con cuatro de los 7 primeros goles leoneses.

Y entonces llegó la jugada que cambió por completo el partido. El choque estaba muy ‘caliente’, algo que nunca cambió, porque los árbitros fueron permisivos y dejaron sin castigo la dureza del Cuenca desde el inicio. Y con el Ademar intentando igualarla, pues era obligatorio para sacar algo positivo, en una salida de Santista a contactar con Pizarro en su circulación, le golpeaba con fuerza con el antebrazo en el rostro.

El centro de la defensa fue una autopista sin Santista  y del 6-10 se pasó al 17-13 tras dos parciales de 5-1 Una jugada de dos minutos, que podía estar cerca de la expulsión en otro escenario pero nunca con el listón que estaban mostrando los colegiados, y que Álvarez Menéndez y Soria Fabián convirtieron en una roja directa que dejaba a los leoneses con muchísimo tiempo por delante sin una baza ofensiva y sin su referencia defensiva, más aún no estando Milosavljevic por lesión.

Y a partir de ahí, nada volvió a ser igual. El sólido centro de la defensa se convirtió en un coladero, con el Cuenca entrando por él una y otra vez para encontrar tiros claros, y frente a la mejor defensa de los ‘mortales’de Asobal eso es una condena segura a la derrota.

Con un parcial de 5-1 los locales hacían desaparecer esa renta de cuatro goles que había sido la máxima del Ademar, y con 12-12 y tangana se llegaba al descanso, pues en la penúltima jugada Saeid iba a decirle algo a Simonet tras una parada y este le empujaba, retomándose esas ‘cuentas pendientes’ al irse a vestuarios con Cadenas y Fede Pizarro, ‘viejos conocidos’ de la selección argentina, gritándose y encarándose.

Ademar desatascó el ataque jugando con 7 y Zanas de pivote, y mejoró atrás con un 5-1 para volver al partido Y las cosas no mejoraron tras el paso por vestuarios, con otro 5-1 de salida que elevaba el parcial a 11-3 desde la roja y colocaba al Cuenca con los cuatro goles que apenas unos minutos antes había tenido Ademar, un 17-13 que obligaba a tocar algo a los leoneses.

Y lo hicieron primero en la ofensiva para desatascar al ataque. Atacando con siete jugadores, sin portero y con dos pivotes, Tiago y un Zanas Virbauskas para quien no era algo tan extraño pues juega ahí con su selección, con el lituano haciendo daño el Ademar solucionó sus problemas a la hora de anotar, forzando penaltis y apareciendo por fin un David Fernández desaparecido y desacertado durante los primeros 40 minutos.

Sin embargo, atrás seguía habiendo un problema. 22-18 caían los leoneses, que habían recibido 13 goles en 19 minutos tras quedarse sin Santista, con Boskos y David Fernández pasando por el centro sin éxito. Y la solución, además de cambiar el portero aunque poca culpa tenía Saeid y tres bolas tocó Panos, la encontraron los de Cadenas en un avanzado con 5-1 que al menos dificultó más el ataque con Cuenca.

Tras el 23-21 intercambiaron  goles, con la diferencia en 2 o 3 siempre. Las pérdidas lastraron al final al Ademar Se puso así a dos con el 23-21 y media segunda mitad por delante el Ademar, momento en el que se inició un intercambio de goles continuo que llegó hasta el final, sin llegar a ver crecer la desventaja por encima de tres más pero tampoco ponerse a uno, pese a que oportunidades tuvo a espuertas para ello.

Le condenaron las pérdidas, con siete en los 11 últimos momentos de partido, gran parte de ellas de los hermanos de Virbauskas, que cuajaron un gran partido hasta ahí pero lo cerraron de la peor manera, y otra decisiva a falta de algo menos de dos minutos y en la tercera oportunidad de ese tramo final para colocarse a tiro del empate.

Lo había tenido Zanas en un tiro lejano con el portero volviendo bajo palos tras atacar sin él que sacó un defensa, la perdió el propio Zanas tras jugarse un complicadísimo fly hacia David Fernández y, con pésima fortuna, la perdía Boskos en el intento de contraataque que lanzaba Saeid, al torcerse el tobillo al ir a por el balón, siendo el segundo de los lesionados del Ademar pues también Panos se retiró con un problema muscular tras una estirada.

No hubo más opciones, porque en la acción siguiente y tras un largo ataque para agotar tiempo, Arnau marcaba el tanto de la sentencia de un partido que tras anotar Ademar acababa 28-26.

Una guerra con caídos y derrota. Un revés que no tapa la clara mejoría.
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