Esta crisis sanitaria a nivel mundial que ha sido capaz de parar el mundo a causa de un virus (covid-19), debería servirnos de excusa para hacernos algunas reflexiones pendientes:
• ¿De dónde venimos?
• ¿Hacia dónde vamos?
Quizá sería de inteligentes sacar conclusiones y echar la vista atrás ante un shock que nos ha obligado a parar en seco: valorar lo pequeño y dejar de lado lo inútil, «ojalá que no perdamos la memoria».
Nos hacemos preguntas cada día e intentamos buscar respuestas que nos permitan situarnos en la parrilla de salida para poder afrontar y dar soluciones frente a este nublado borrascoso que apenas nos deja ver la luz.
Me planteo cómo es posible que ante un tsunami de este calado no seamos capaces de utilizar la comunicación y la escucha activa para la gestión de los gravísimos problemas que tenemos por delante.
La primera línea defensiva tiene que ser la asistencia sanitaria en atención primaria, si este pilar no funciona tanto a nivel de recursos como de asistencia todo lo demás será un caos.
Ha quedado bien claro que la asistencia sanitaria pública, desde la primaria hasta la hospitalaria son pilares incuestionables, así como los recursos socio sanitarios que deberían estar blindados a través de un Pacto de Estado que no permitiera mercadear con los mismos.
Aprendamos de nuestros errores y no intentemos aprovechar esta situación para desproteger a los más vulnerables.
El mundo rural empieza a vislumbrarse como un gran refugio y como una inversión de futuro, precisamente porque alberga los recursos cruciales para aminorar la incidencia de futuras pandemias y por ello asegurar nuestra salud y supervivencia como especie.
Los servicios públicos son los únicos que pueden garantizar que esta base territorial sea realmente la que sujeta la pirámide, que hasta ahora nos ha demostrado que no es ni siquiera de cartón-piedra.
Utilizo la pirámide como elemento simbólico ya que es como se debería desarrollar cualquier plan o estrategia.
No puede ser eficaz ningún proyecto o diseño que no mire hacia abajo, se detenga, observe y aprenda, (de lo pequeño a lo grande y no viceversa).
Para lograr el objetivo de un desarrollo rural sostenible y sustentable deben de producirse varios fenómenos:
✓ Que los objetivos y sus fines sean sociales.
✓ Quesefomente,coordineyfacilite,ademásdelodicho anteriormente, la escucha de los agentes que viven en los territorios y los gestionen en base a propiciar micropymes y pequeños negocios que favorezcan la diversificación económica y el asentamiento de los jóvenes.
Las zonas de montaña son un espacio tradicionalmente ganadero, que se está transformando en forestal de la mano del abandono iniciado en los años 60, pero que hoy continúa porque las explotaciones ganaderas, a fuerza de someterlas a leyes del mercado propias de sistemas industriales y que le son ajenas, las han convertido en «poco rentables» y estranguladas por todo tipo de obstáculos burocráticos y legislativos.
Desde que comenzó la crisis del coronavirus los ganaderos mantuvieron y mantienen sus explotaciones funcionando. Ahora toca reflexionar sobre el cambio de percepción social de un sector hasta ahora infravalorado y plantearse si traerá consigo un cambio en el modo de vida y los hábitos de consumo de la población, para que esta sea capaz de discernir los efectos positivos de optar por los productos ganaderos de montaña en sus compras.
La actividad ganadera ha sufrido y está sufriendo graves dificultades que se están traduciendo en que, por un lado, la alimentación del ganado sigue su curso, así como los gastos derivados del mantenimiento y por otro la baja demanda está poniendo en alerta al sector que está vendiendo su producción por debajo del precio de mercado del mismo, sufriendo especialmente las explotaciones en extensivo de estos territorios.
Las explotaciones de ganadería extensiva en zonas de montaña son explotaciones con pocos animales, con poca base territorial, afectadas la mayoría por importantes reducciones en loa pagos de la PAC debido a la aplicación del llamado ‘Coeficiente de Admisibilidad de Pastos’, de los cuales dependen grandemente para mantener su rentabilidad y por ello la continuidad de las propias explotaciones. La convivencia con la fauna salvaje y el pago por servicios ambientales debe estar regulado de una forma eficaz y de una vez por todas.
Es el único sector que a la vez que aprovecha y protege los recursos naturales, aporta al consumidor carne sana y de calidad. Estamos en condiciones de asegurar que la ganadería extensiva sigue siendo a día de hoy la actividad productiva más importante, para la gestión y conservación del paisaje, la prevención de incendios y el mantenimiento del tejido social, en muchos municipios rurales de territorios de montaña.
Por otro lado, es patente la sensación de que una de las lecciones aprendidas de esta crisis es que se deben reforzar los sistemas alimentarios resilientes de cercanía y por ello se deberán de revitalizar las infraestructuras que sirvan de base a este objetivo (como silos, mataderos municipales...).
No avanzaremos hasta que se tomen en serio estos temas y se tomen decisiones que garanticen la supervivencia del sector en base a la comercialización (del productor al consumidor, así como el asesoramiento y formación en su entorno).
Los errores cometidos no pueden formar parte de las nuevas soluciones.
Hay que meditar y para eso valen las crisis:
Una de las necesidades más urgente y prioritaria es la extensión, ampliación y mejora de las telecomunicaciones, no podemos competir en igualdad de oportunidades si esta problemática, demandada hasta la extenuación, no se gestiona de una vez por todas. Sin buenas telecomunicaciones no hay posibilidad de futuro, durante la crisis del coronavirus hemos padecido todas las limitaciones imaginables que afectaron a nuestros escolares, a las personas que teletrabajan, a la administración local y a los consultorios médicos.
Necesitamos una mejora imprescindible y urgente para el desarrollo de cualquier proyecto productivo que pretenda ser sostenible:
-ganadería
-sector turístico
-sanidad
-educación
Hablar de futuro o de desarrollo sostenible sin telecomunicaciones es mantener un discurso vacío en que todo lo demás carece de visión de presente y de futuro.
Esta crisis nos ha demostrado una vez más que el cuidado de nuestros mayores debe de desarrollarse en el medio en el que han vivido y no ser presa nunca más de desaprensivos que los han dejado a ellos y al personal que los atiende en la más absoluta indefensión. Tendremos que avanzar necesariamente hacia medidas de atención racionales y centradas en las personas.
Es grave que no se conozca o no se quiera conocer el decreto de alarma donde las competencias sobre las residencias las tienen las comunidades autónomas y se haya intentado trasladar la responsabilidad al gobierno. Esperemos que hayamos aprendido la lección. Los planes de inversión en residencias públicas no se pueden abandonar a un plan de negocio y nunca pueden ser igual a un fondo de inversión.
Se ha dejado en evidencia que los ayuntamientos hemos estado a la altura, cerca de nuestra gente dando soluciones y prestando apoyo a todos los sectores que nos lo han demandado.
La política local tiene que estar financiada en función de los servicios que tiene que prestar y esta crisis lo ha puesto de manifiesto. Es necesario que los fondos trasladados desde el Estado a la Comunidad Autónoma lleguen a los municipios y destinarlo a los fines para los que fueron creados.
El escaso sector turístico debe ser protegido con medidas legislativas y beneficios fiscales que les permitan seguir prestando un servicio imprescindible para el desarrollo. Una vez más esta crisis ha puesto de relieve lo vulnerable que es este sector y el apoyo que debe de recibir.
Los Grupos de Acción Local (GAL) una vez más han estado a la altura en estos momentos del covid-19, pero si no son apoyados desde las administraciones, no podrán tener la capacidad suficiente para lograr los objetivos que las estrategias de desarrollo plantean, sabiendo que son instrumentos de identificación comarcal y que esos objetivos son comunitarios.
Es importante encarar el futuro con una actitud positiva y pensando siempre que los cambios que inevitablemente tendremos que afrontar tienen que ser una oportunidad.
El pensamiento científico debe ser clave en la toma de decisiones políticas. Nunca debería haberse convertido esta crisis en una confrontación política.
El modelo que se ha aplicado por parte del grupo socialista en las Cortes de Castilla y León podría ser imitado.
Las formas pueden enturbiar las decisiones. El odio siempre surge de la mentira.
Detrás de un político indigno siempre hay conductas indignas.
Las mudanzas están para deshacerse de lo inútil. La política tiene que ser pedagógica y educativa.
Si no hay un cambio legislativo adaptado a estos territorios no saldremos nunca de esta problemática en la que nadie escucha ni mucho menos resuelve.
A todo lo anteriormente expuesto quiero hacer hincapié en tres cuestiones:
1) la necesidad de aumentar el número de profesionales tanto sanitarios, como educativos y de servicios sociales.
2) lanecesidadimperiosademejorareltransportedelaspersonas (regular y a demanda).
3) mejorar otros servicios:
-correos, imprescindible en el medio rural
-si seguimos con la política de desbancalización de las entidades bancarias que se han puesto de manifiesto, especialmente durante esta crisis, y que en este municipio hemos sufrido de una manera indecente e inmoral, no avanzaremos por el camino del desarrollo.
Este disco rayado y reiterativo lo llevo desarrollando desde el año 2007 en todos los espacios y foros a los que he acudido, que no han sido pocos a nivel provincial, regional, nacional y europeo.
Los representantes municipales tenemos que ser escuchados en cualquier toma de decisiones que afecte a estos municipios. Hagamos que la «nueva realidad» dote a los municipios de los recursos necesarios para cuidar de su entorno y sus gentes.
Para terminar esta tribuna, quiero hacer referencia al libro del sociólogo marsellés Christian Salmon ‘La Era del Enfrentamiento’ (en el que habla del negocio de la crispación) al que hace unos días hacía referencia ‘La Voz’ de Iñaki Gabilondo y del que algunos políticos, si se les puede llamar de esta manera, hacen uso con demasiada frecuencia como táctica y estrategia.
Espero que no olvidemos que seguimos conviviendo con el covid-19 y sigamos teniendo memoria del horror que muchas personas han vivido, así como del esfuerzo titánico que han desarrollado el sector sanitario, sociosanitario y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Nadie escucha y mucho menos resuelve, por Carmen Mallo
La alcaldesa de Murias de Paredes y presidenta de 'Cuatro Valles' reflexiona sobre la crisis sanitaria que "ha sido capaz de parar el mundo"
24/06/2020
Actualizado a
24/06/2020
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