La Universidad de León tiene un potencial único para generar actividad y mantenerla en el largo plazo y debemos ser conscientes de ello y potenciarlo, evitando caer en el desánimo o sufrir ese complejo de inferioridad que nos han venido inculcando desde múltiples focos y que nos hace pensar, de forma equívoca, que somos una universidad y una provincia de segunda división, o quizás de tercera. Explotar esta fortaleza permite y permitirá dinamizar tres sectores principales, simplemente debemos emplear esta herramienta que tenemos a nuestro alcance y que coge polvo y se deteriora sin motivo alguno, desaprovechando su potencial.
La propia universidad
Son muchas las fortalezas que posee nuestra universidad y la ciudad, viendo ambas como un único ente que debe actuar de forma sinérgica y sacando lo mejor de cada una de ellas. Se ofrece una formación de calidad en muchos ámbitos, siendo este el momento de olvidarse de muchos de los famosos rankings de calidad que se suelen utilizar, sin criterio, como armas arrojadizas o para titulares rimbombantes en la prensa. Pero esta oferta formativa no es sólo lo que debemos explotar, ¿por qué no hacerlo integrando lo que significa estudiar en la Universidad de León y vivir en esta ciudad? Frente a otros muchos destinos para cursar estudios ofrecemos una ciudad con unos costes de acceso a la vivienda de alquiler o a residencias mucho menores, con calidad vida, la posibilidad de desplazarse de forma rápida y económica, seguridad, ocio de calidad y un largo etcétera. La provincia ofrece un abanico prácticamente ilimitado de opciones para el ocio, desde el esquí hasta el montañismo, pasando por infinitas posibilidades en el turismo rural.
Cuando una persona decide estudiar en uno u otro lugar, valora muchas cosas, una de ellas tan simple como cuánto le va a costar y si ella o su familia se lo pueden permitir, cuánto tiempo necesita para ir a la facultad, el ambiente nocturno o cuánto va a gastar en comida. Todo esto, unido a la oferta educativa, debe ofrecerse como un todo, potenciarse y explotarse de forma conjunta por la propia universidad, las asociaciones sectoriales, ayuntamiento y resto de organismos. Estamos perdiendo un nicho de mercado demasiado grande, que, por nuestra lengua materna, traspasa España, cruza el océano y abarca toda la américa hispanohablante.
El sector empresarial
León y provincia ofrecen a las empresas la posibilidad de desarrollar su actividad con un coste de establecimiento (alquiler, adquisición de suelo o transporte, entre otros) mucho menores que la tan manida solución de irse a Madrid, como uno simple ejemplo entre otros muchos. Esto se extiende fácilmente a sus empleados, que se verán beneficiados de un mayor nivel y calidad de vida con un sueldo menor y que podrán acceder a una vivienda digna, divertirse o moverse por la ciudad de forma sencilla, rápida y económica, ¿por qué no potenciamos este modelo que ha sido un éxito en muchas regiones de Europa que siguen creciendo y no mueren? Los sectores para la colaboración entre universidad y empresa en León son tan grandes que no caben en este artículo y que requieren un extenso documento: desde la movilidad sostenible a las baterías para vehículos eléctricos, pasando por la enseñanza del idioma español o por el turismo de alto valor añadido. Hay capacidad real y patente de desarrollar actividades de investigación y desarrollo y de asesoría a empresas en multitud de ámbitos que pueden generar actividad económica de calidad y de alto valor añadido: seguridad informática, vehículos autónomos, transporte, nuevas redes eléctricas, generación renovable, biotecnología o farmacia, entre otros. Es responsabilidad de todos, también de los ciudadanos, potenciar estas iniciativas, difundirlas y dotar nuestra oferta de valor. ¿Cómo puede un potencial comprador valorar lo que no conoce? Sin duda, es en este ámbito en uno de los que más hemos fallado, las empresas simplemente, nos ignoran porque no saben lo que ofrecemos.
La actividad económica
Este último ámbito, no por ello menos importante, viene directamente ligado a las anteriores y se complementa con otros muchos ámbitos donde León debe de mostrar su potencial, como por ejemplo el turismo recreativo o el turismo profesional para ferias y congresos sectoriales. La generación de actividad estudiantil, intercambio de profesorado, creación de empresas etc. dinamiza la actividad económica y genera un círculo prodigioso de creación de empleo y riqueza: restauración, servicios a empresas, actividad comercial en sector de la moda, turismo de alto valor añadido, alquiler de vivienda...la lista es tan larga y la maraña de relaciones tan grande, que no hay por dónde empezar.Por desgracia nos encontramos en un momento con una gran tensión, crispación y con una clase política más dispuesta al despropósito, la descalificación y el esperpento que a hacer algo útil. Estamos a tiempo de hacerlo, debemos quitarnos esos complejos que tanto tiempo nos han inculcado y trabajar de forma conjunta, ofreciendo una solución integral evitando frentismos, partidismos o luchas que no llevan más que a seguir condenando a muerte a esta región. Hay que demostrar que, si los demás no han sabido estar a la altura, los leoneses y leonesas podemos estarlo.