Por clasificación y momento de la temporada, era el Cultural - Ponferradina más apasionante de las últimas décadas. Por ambiente, emoción, garra y alternativas, acabó siendo el derbi más vibrante que los más antiguos del lugar recordaban.Hubo dos golazos, numerosas oportunidades en ambas porterías, polémica con un gol mal anulado a los locales en la recta final y finalmente un reparto de puntos que mantiene las espadas en todo lo alto, dejando a ambos equipos en la misma situación en la que estaban dentro de la lucha por el ‘playoff’ pero alejándoles eso sí de una primera plaza que consolida el Fuenlabrada.
Cultural y Ponferradina firmaron tablas (1-1) en un choque que perfectamente podría haber terminado 3-2 o 2-3, pero en el que sólo hubo dos tantos separados por apenas tres minutos.
Isi fue una pesadilla por una banda derecha de la que nació el 0-1, de espectacular volea en el aire de Bravo ¿El primero en golpear? Fue la escuadra berciana, que se adelantaba a los 40 minutos en una jugada que, como no podía ser de otra forma, nacía por la derecha y tenía por medio a Isi. El extremo, que cuajó un partido espectacular, en el que volvió loca a la zaga leonesa bajando a recibir al centro o haciéndolo pegado a la línea, hizo sangre en una banda derecha en la que destapó las carencias de Javi Jiménez y sobre todo de un Vicente que naufragó en el centro cuando el infortunio obligó a Aira a recolocar sus filas, pues Saúl sufría una lesión muscular a la media hora y con San Emeterio en la grada era Iván González quien debía recolocarse en una banda derecha en la que cumplió con creces.
Así, en un balón en el que Isi le ‘comía la tostada’ a Vicente y Javi, acababa llegando a línea de fondo y dejándosela atrás para el centro de primeras de Son, que la ponía en el punto de penalti para que Bravo, de espectacular volea en el aire, conectara un tremendo remate que entraba tras pegar en el larguero.
El sector berciano enloquecía con su equipo. El silencio se apoderaba del resto del Reino de León. Pero las tornas no tardarían en cambiarse. Y si en el gol de la Ponferradina tenía que aparecer Isi, en el de la Cultural debía jugar un papel imprescindible Kawaya.
Kawaya, que brilló en su debut como titular, asistió a Capilla para que con un gran golpeo de primeras igualara Porque sorprendió Aira con la inclusión como titular del belga y le salió de vicio. Lo que ningún extremo parecía aportar de inicio en meses, lo hizo él mientras le duró la gasolina. Se ofreció, corrió, desbordó y en una de sus cabalgadas acabó dando un gol. Porque, tras recibir un pase al hueco en un contraataque, se iba a trompicones de Yac (desastroso y gran agujero del gran entramado defensivo berciano) y ponía un pase raso atrás que a la altura del punto de penalti Capilla golpeaba de primeras, pese a botarle delante, y la ponía en la escuadra para hacer el 1-1.
La locura se apoderaba del partido antes de irse a un descanso del que la Deportiva salió mucho mejor. Porque, en los primeros 20 minutos, los visitantes fueron superiores, Larrea se adueñó del centro del campo y tuvieron varias llegadas para haber ampliado distancias.
Primero, con fortuna, porque en un despeje Pablo Vázquez despejaba hacia su propia portería y obligaba a Palatsí a tirar de reflejos para hacer una gran intervención. Después, con dos buenas acciones que dejaron a dos jugadores solos ante Palatsí. Primero, más lejano aunque libre de marca, a un Pichín que la pegaba mal y mandaba alta. Después, clamorosa, de un Trigueros que se quedaba en ataque tras una jugada a balón parado y después de un pase largo se encontraba mano a mano con el meta, pero resolvía muy mal y Palatsí le aguantaba y atrapaba sin problemas el intento de vaselina.
La Deportiva salió mucho mejor tras el descanso y tuvo 3 claras ocasiones, incluido un mano a mano de Trigueros Pero entonces, cuando peor estaba la Cultural, cuando el partido parecía estar cerca del 1-2, apareció la mejor versión de Señé. Desaparecido durante 60 minutos y vital en los últimos 30 estuvo el mediapunta, que se echó el equipo a sus espaldas en el momento más necesario y volteó un partido que en ese tramo final cogió color local.
Estuvo cerca un 2-1 que, de hecho, llegó a entrar, pero el árbitro se equivocó anulándolo por un inexistente fuera de juego. Fue en el minuto 67, en un centro desde la banda de Javi Jiménez que golpeaba Señé y, en el segundo palo, llegaba para remachar al fondo de la red un Eneko Capilla que el juez de línea consideraba que estaba en situación antirreglamentaria.
Capilla marcó en el 67’ tras un tiro de Señé, pero el árbitro anuló el gol por un fuera de juego inexistente Protestaba la Cultural, a la que ya en la primera parte habían señalado un dudoso fuera de juego en una acción que con la jugada ya anulada acababa en gol de Aridane (tremendo el trabajo del canario, que las ganó todas por arriba); pero la acción le sirvió para irse hacia arriba y apretar en busca de un gol del triunfo que acarició en tres ocasiones.
Primero por medio de Liberto, que enviaba fuera un buen disparo desde la frontal y fallaba en el intento de control cuando un gran pase de Capilla le había dejado solo ante el meta; y después, a tres minutos para el final, en un ‘zapatazo’ desde fuera del área de Señé que se encontraba con la gran intervención de Manu García.
Ahí murió el partido, pues más allá del envenenado lanzamiento de una falta lateral de Ríos Reina la Ponferradina no había conseguido generar peligro en esa recta final.
Al final, empate en el partido y también en el golaveraje. Todo por decidir en un final de liga de infarto.