El Partido Popular unió sus votos a los de Vox en las Cortes de Castilla y León para instar al Gobierno de España a que revise los currículos educativos y promueva la retirada inmediata de libros de texto y material educativo que contenga "cualquier tipo de adoctrinamiento o contenido potencialmente dañino que pueda afectar a la inocencia de los menores", según han indicado en la proposición no de ley presentada por Vox y debatida en la Comisión de Educación de las Cortes que contó con el voto en contra del resto de grupos.
En la propuesta de resolución se recoge también asumir "un compromiso inequívoco de respetar el derecho de los padres a elegir libremente la educación de sus hijos y garantizar el conocimiento previo y aceptación de los padres de cualquier contenido afectivo-sexual o ideológico que puedan recibir sus hijos en el aula". “Desgraciadamente encontramos estos conceptos en los libros de texto de Castilla y León, fruto de los planes de estudios aprobados por el Gobierno”, afirmó Vox, para quien género, empoderamiento, cambio climático o Agenda 2030 son conceptos ideológicos.
El procurador de Vox, Javier Bernardo Teira, argumentó que la propuesta de su grupo pretende “la traducción en la práctica del mandato constitucional”, donde se refirió al cumplimiento del artículo 27 de la Carta Magna y defendió una “educación gratuita, exigente y de calidad, que sea un verdadero ascensor social para los jóvenes y un elemento de cohesión nacional”.
“Buena parte de nuestros alumnos encuentran sus libros de texto curriculares contenidos manifiestamente ideológicos que nada tienen que ver con el conocimiento científico y académico riguroso, camuflados como material académico; así como inexactitudes o directamente mentiras sobre nuestra historia o sobre la realidad social y política de España”, recoge la PNL de Vox.
Según Vox, a través de muchos libros de texto se introducen “una serie de conceptos ideológicos que pretenden crear identidades artificiales, basadas en circunstancias personales, geográficas, con el fin de socavar la concordia y unidad entre españoles, vecinos o dentro de las propias familias”.