Un equipo de investigadores ha descubierto en el yacimiento de la Sima del Elefante, ubicado en la Sierra de Atapuerca, Burgos, un fragmento facial humano que data de entre 1,1 y 1,4 millones de años. Este hallazgo, presentado el 12 de marzo en Burgos, representa la cara más antigua conocida en Europa occidental y ha sido publicado en la prestigiosa revista Nature.
Un Descubrimiento Clave para la Evolución Humana
El fósil, identificado como ATE7-1, ha sido provisionalmente asignado a Homo affinis erectus, una especie más primitiva que el Homo antecessor encontrado en la Gran Dolina. La doctora Rosa Huguet, del IPHES-CERCA y la Universitat Rovira i Virgili, lidera el estudio junto con el doctor Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez. Este descubrimiento es crucial para entender las primeras migraciones humanas y la evolución de los homininos en Europa durante el Pleistoceno inferior.
El análisis detallado de ATE7-1, apodado 'Pink' en honor al grupo Pink Floyd, sugiere que su estructura facial es más primitiva, especialmente en la configuración nasal, en comparación con Homo antecessor. "La evidencia aún no es suficiente para una clasificación definitiva y por eso se asigna a H. aff. erectus", explica María Martinón-Torres, directora del CENIEH.
Contexto Arqueológico y Tecnológico
El nivel TE7 de la Sima del Elefante, donde se encontró el fósil, ofrece una rica colección de herramientas de piedra y restos faunísticos con marcas de corte. Estas evidencias indican que los homininos utilizaban tecnología lítica para procesar animales, como señala Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez: "Las herramientas de cuarzo y sílex halladas, aunque sencillas, indican una estrategia de subsistencia efectiva".
Rosa Huguet, especialista en tafonomía, añade que las marcas de corte en los restos animales demuestran un conocimiento profundo de los recursos disponibles. El entorno del Pleistoceno inferior en Atapuerca combinaba bosques, praderas húmedas y fuentes de agua, proporcionando un hábitat rico para estos primeros europeos.
Impacto en el Proyecto Atapuerca
El descubrimiento de ATE7-1 refuerza la importancia del Proyecto Atapuerca en el estudio de la evolución humana. Marina Mosquera, directora del IPHES-CERCA, destaca que este yacimiento es fundamental para comprender los orígenes humanos. "Este hallazgo refuerza el papel de Atapuerca como un referente mundial", afirma Mosquera.
El CENIEH, como Infraestructura Científica y Técnica Singular (ICTS), ha aplicado técnicas avanzadas de reconstrucción y análisis virtual para estudiar el fósil. Este enfoque innovador ha permitido asignar ATE7-1 a una población no documentada previamente en Europa.
El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha elogiado el esfuerzo conjunto del Proyecto Atapuerca, subrayando la importancia de apoyar estas investigaciones. "Es una devoción y es una obligación", ha declarado Santonja, expresando el orgullo de la Junta por este significativo avance en el conocimiento de la evolución humana.