El gasto farmacéutico en Castilla y León creció el pasado año un 2,69%, siete décimas más que la subida del conjunto de España

El gasto farmacéutico en Castilla y León creció el pasado año un 2,69 por ciento, hasta algo más de 541 millones de euros, incremento que en el caso del conjunto del país fue siete décimas menor, un 1,95 por ciento, hasta los 9.362 millones, según los datos publicados este viernes el Ministerio de Sanidad.

La comunidad con un mejor comportamiento fue País Vasco, con un descenso del 3,80 por ciento, y también se registraron caídas en Galicia (-1,64 por ciento) y Valencia (-0,17). Por el contrario, las mayores subidas se dieron en Extremadura (5,96 por ciento), Madrid (5,39 por ciento), Navarra (4,10 por ciento), Baleares (3,89 por ciento) y Canarias (3,74 por ciento).

Mientras tanto, el gasto medio por receta en la comunidad se situó en 11,07 euros, un 0,95 por ciento más que en 2013, mientras que a nivel nacional fue de 10,78 euros (+0,88 por ciento). Este gasto descendió en cuatro comunidades: Galicia (-1,57 por ciento), hasta los 11,36 euros; Valencia (-0,76 por ciento), Aragón (-0,70 por ciento) y Murcia (-0,45 por ciento). En el resto se registraron incrementos encabezados por el País Vasco (+5,80 por ciento) y Asturias (4,76 por ciento). Precisamente es el País Vasco la comunidad con un mayor gasto por receta, con 12,62 euros, mientras que en lado opuesto se sitúa Andalucía con 9,97 euros.

En total, el pasado año se emitieron en Castilla y León 48,8 millones de recetas, un 1,73 por ciento más que en 2013, subida que en el global de España fue del 1,06 por ciento, hasta los 868,6 millones.

En cuanto al número de recetas, desde el Ministerio de Sanidad se destaca que la cifra prácticamente se mantiene, "cumpliéndose así uno de los objetivos de la reforma sanitaria que era reducir el volumen de medicamentos que se dispensan y no se utilizan".

Además, en cuanto al uso de genéricos, desde el Gobierno se subraya que se ha registrado un notable incremento y que el consumo ya se acerca a la media europea, con un 46,52 por ciento, frente al 34,16 por ciento de 2011.