La energía que aún podrían ahorrar las pymes, según el estudio, asciende a 1.950 GWh y comportaría que se dejaran de emitir medio millón de toneladas de CO2 a la atmósfera, las mismas que realizan al año 150.000 turismos.
El estudio, elaborado a través de entrevistas a 2.000 pymes en toda España, constata el esfuerzo que, durante los últimos años, han realizado las empresas en materia de eficiencia energética y apunta en qué dirección deben trabajar para reducir su gasto energético. Del citado potencial de ahorro del 22,9 por ciento, 8,2 puntos porcentuales corresponden a iluminación, mientras que el resto, 14,7 puntos, está relacionado con otros consumos energéticos de las pymes.
El Índice de Eficiencia Energética (IEE) mide el desempeño global de las pymes en ahorro energético y alcanza en la presente edición los 6,1 puntos sobre 10 en Castilla y León, ligeramente superior a la media nacional (5,9) y superior también al registrado en la edición anterior, de 2015 (5,7). En la primera edición del estudio, en 2005, la puntuación era de 3,1, por lo que se constata una clara tendencia de mejora a lo largo de los últimos años.
Puntuación de 6,1 sobre 10
La mayor eficiencia energética en esta edición del estudio se registra en la industria y los servicios profesionales, con un 6,1 sobre 10 de puntuación, respectivamente. En el lado contrario, el sector con mayor potencial de ahorro es el del comercio, que aún puede ahorrar cerca del 25 por ciento de su factura energética con medidas de eficiencia. La hostelería también tiene un gran potencial de ahorro, con el 23,8 por ciento de su factura energética. La industria solo tiene actualmente un 10,5% de potencial de ahorro energético.Respecto a la optimización de la factura energética, según los datos del estudio, el 90,9 por ciento de las industrias de la región encuestadas realiza o tiene previsto realizar algún tipo de acción de ahorro energético para reducir costes. Incluyendo a todos los sectores, el porcentaje de empresas castellanas y leonesas que dice haber realizado alguna optimización de su tarifa o ajuste de la potencia en el último año (36 por ciento) es similar al de la media nacional.
Otro dato relevante que arroja el estudio tiene que ver con la temperatura de confort en las pymes. Mientras en los meses de invierno, el 64 por ciento de las empresas se mantienen en torno a la temperatura de confort recomendada (21 grados), durante el verano sólo el 24 por ciento de las pymes de la Comunidad programan los equipos de aire acondicionado a la temperatura recomendada de 24 grados. En este sentido, el informe concluye que el margen de mejora en relación a la temperatura de confort de las empresas de Castilla y León es todavía muy grande, sobre todo en la temporada estival.
En cuanto al grado de penetración de la tecnología led en la empresa, los datos son muy parejos a los recogidos a nivel nacional, con un 66 por ciento de tecnología led instalada, un dato muy superior al registrado en 2014 (25,9). Por sectores, en Castilla y León destaca la industria, con un 92 por ciento de implantación de esta tecnología.
La mayor parte de las comunidades autónomas ha incrementado su Índice de Eficiencia Energética desde la anterior edición y sólo se observan descensos significativos en Asturias y Cantabria. Canarias continúa liderando el ranking (6,7 sobre 10) y ha aumentado su distancia con el resto de Comunidades.
Por encima de la media nacional, de 5,9 puntos, se sitúan: Baleares (6), Canarias (6,7), Cantabria (6), Castilla y León (6,1), Comunidad Valenciana (6), Extremadura (6), Galicia (6), Murcia (6) y Navarra (6). Andalucía consigue la media exacta (5,9).
Por detrás se sitúan Aragón (5,8), Asturias (5,5), Castilla-La Mancha (5,7), Cataluña (5,8), Comunidad de Madrid (5,8), País Vasco (5,6) y La Rioja (5,2).
Hábitos eficientes
Los hábitos de eficiencia energética que aparecen más extendidos en Castilla y León son, entre otros, el arranque de los equipos y motores de manera secuencial (95 por ciento), la instalación de ventanas con doble cristal (80 por ciento), sistemas de calefacción con calderas convencionales o bombas de calor (72 por ciento), la puesta en marcha de acciones de ahorro energético (70 por ciento) y la instalación de la tecnología led, que se ha convertido en predominante (66 por ciento).En el lado contrario, los hábitos poco eficientes más extendidos entre las pymes son el hecho de no tener automatizados todos los procesos productivos (sólo el 3 por ciento lo tiene), la falta de renovación del equipamiento industrial y la inexistencia de extractores temporizados en aseos y zonas similares (30 por ciento).