El nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha tomado posesión de su nuevo cargo en el Gobierno haciendo alusión a que su objetivo es "dejar impronta" en el Ministerio recién constituido. "Aspiro a ser feliz aquí, y si lo soy, sé que conseguiré que los ciudadanos también lo sean con las políticas que en este Ministerio se desarrollan. La principal es la justicia fiscal. Estoy en política para no hacer no para estar, y por eso quiero dejar impronta", ha señalado en el traspaso de cartera.
La intervención de Puente se ha dado tras un emotivo discurso pronunciado por la ministra saliente, Raquel Sánchez, que con lágrimas en los ojos ha dicho haber sido feliz en este Ministerio y que ha sido un "honor" haber formado parte del Gobierno de España. Precisamente, Puente ha cogido el testigo de Sánchez diciendo que sus lágrimas "despejan por completo que ella era feliz aquí" y que eso es lo primero a lo que aspira él en su nuevo cargo para trasladárselo a los ciudadanos.
Además de por la nueva ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ambos han estado arropados por varios ministros socialistas como Teresa Ribera, María Jesús Montero, José Manuel Albares, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, Pilar Alegría y Víctor Torres, así como por exministros del PSOE como José Luis Ábalos o Pepe Blanco.
El nuevo ministro ha defendido que es un "firme y ferviente defensor de lo público", recordando que como alcalde de Valladolid remunicipalizó la empresa de agua, y ha puesto su confianza en los técnicos del Ministerio de Transportes.
Sobre sus nuevas funciones, ha destacado que España "es un país que tiene que hacer la transición hacia una movilidad sana, sostenible y segura lo antes posible", y que ese será su principal propósito. "El resto de prioridades ya están magníficamente bien encaminadas, hay una cantidad enorme de infraestructuras en marcha y proyectadas que van a hacer de nuestro país un país mucho más competitivo", ha concluido.