La terminal de mercancías de Valladolid, situada en el Complejo Ferroviario del páramo de San Isidro, despierta ya el interés de la industria agroalimentaria, para dar salida a producciones como la alfalfa, puesto que se convertirá en el nodo logístico de Castilla y León, así como de las operadoras de las autopistas ferroviarias. De esta forma, podría dar dar continuidad al eje Valencia-Madrid ya inaugurado o contar con una nueva de Madrid a Valladolid, con doble destino a Algeciras y Zaragoza, y conexiones al norte peninsular.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, visitó este lunes las obras que se están ejecutando en esta infraestructura, que dará servicio como “hub” de las mercancías a la provincia de Valladolid, pero también a Castilla y León. En su intervención, anunció que los diferentes entes de su departamento han recibido ya propuestas de servicios para esta terminal que señaló es “muy demandada”.
Por un lado, indicó que las empresas operadoras de las autopistas ferroviarias, pretenden por un lado prolongar la existente entre Valencia y Madrid, y por otro crear una nueva de Valladolid a Madrid, con doble destino hacia Zaragoza y Algeciras, con el objetivo de dar servicio, sobre todo, a la industria del automóvil, presente en Valladolid y la Comunidad. Además, su intención es ofrecer conexiones con Cantabria, Asturias, Galicia, así como con la terminal de Júndiz, en Álava.
Asimismo, el ministro subrayó la actividad de contenedores que tendrá la futura estación de mercancías para sectores como la industria agroalimentaria y como ejemplo indicó que la producción de alfalfa en pellet que ahora sale en camiones hacia Madrid, Valencia o Zaragoza, para partir desde el puerto de Barcelona hacia África, Oriente Medio o Asia, lo hará en tren. La previsión es que al menos un tren diario cargado de contenedores partirá de esta terminal, ya que actualmente desde Castilla y León salen 12.000 contenedores al año. A todo ello se sumarán, la patata, el azúcar o el vino.
Esta terminal, insistió Óscar Puente, se convertirá en un polo “emisor” y de recepción de mercancías frente al actual modelo que definió como de tren de paso por Valladolid. La infraestructura, cuenta con una superficie de 230.000 metros cuadrados y siete vías de 750 metros, a lo que se unen otras dos de carga y descarga, lo que conforma una playa de nueve vías, la más grande del país. Dispondrá de un edificio de gestión, una zona de estacionamiento y un área de expansión. La obra tiene un presupuesto de 19,5 millones de euros.
Para que entre en funcionamiento, el ministro de Transportes indicó que será necesario terminar la Variante Este de mercancías, de 17,5 kilómetros, cuyas obras se encuentran ejecutivas en un 91 por ciento. Su puesta en servicio será en dos fase, siendo el primer semestre de 2025 el plazo previsto para la primera, lo que dará servicio a Renault, evitando el paso de ocho de los 30 trenes de mercancías que cada día atraviesan la ciudad de Valladolid.
La segunda fase llegará en el primer semestre de 2026, desviando los otros 22 convoyes, una vez se terminen las obras del viaducto de 1.115 metros pendientes. Este ‘by-pass’, diseñado para velocidades de hasta 160 kilómetros por hora, dará continuidad a la línea Madrid-Hendaya pero en vía doble, lo que evitará atascos en caso de incidencias. De la misma forma, reducirá -dijo Puente- las molestias ocasionadas a los vecinos por el tráfico de trenes de mercancías, algunos nocturnos y los más ruidosos.
La terminal de mercancías y la nueva variante permitirán que la producción de vehículos, por ejemplo de Renfe, así como la bovinas que recibe su factoría, puedan llegar a las instalaciones de la carretera de Madrid sin atravesar la ciudad. Para ello, se conformarán los trenes en la estación que se está construyendo y, una vez, formado los convoyes de hasta 750 metros partirán hacia su destino, el norte o el sur de España.
Complejo Ferroviario: 1.000 empleados
La nueva estación de mercancías, que acogerá las instalaciones actuales de Delicias y Argales, junto a la Variante Este, forman parte del nuevo Complejo Ferroviario, un proyecto que suma en la actualidad una inversión de 297,8 millones de euros y que se integra en el Corredor Atlántico. De ellos, 15 millones corresponden a la construcción y electrificación del propio -by-pass- y 17,8 para las obras de control, mando y señalización. La playa de vías añade otros 19,5 al presupuesto; 11,1 millones la subestación de la Variante y la rehabilitación de las de Pinar de Antequera y Cabezón de Pisuerga. Todo ello se completa con otros 35,9 millones para suministro de material de vía.
Además, 60,9 millones se invierten ya en la construcción de la segunda fase de este complejo ferroviario, que arrancó en febrero, en el que habrá hasta 1.000 trabajadores. De ellos, 600 corresponden al Taller Central de Reparaciones, el más grandes del país y de Europa, tras el de Rotterdam y otro de Alemania, que ya está operativo. A ello, se unirá la terminal de mercancías, el Centro de Tecnología de la Vía, de 12.000 metros cuadrados y 24.000 de almacenamiento, la futura Base de Mantenimiento Integral (2.700 metros cuadrados) y Redalsa, empresa que cumple 50 años en 2024, y que se encarga del carril de las vías.
Mercancías y logística
El ministro Óscar Puente destacó la relevancia de las obras que visitó junto al consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino; el concejal de Urbanismo de Valladolid, José Ignacio Zarandona; el comisionado para el Corredor Atlántico, José Antonio Sebastián; el delegado en esta materia de la Comunidad, Luis Fuentes, y el subdelegado del Gobierno en la provincia, Jacinto Canales, entre otros. El titular de Transportes aseguró que tiene un grado “muy importante” de desconocimiento entre la población, lo que consideró “inversamente proporcional” a su importancia.
De hecho, explicó que la logística genera 100.000 millones de negocio al año en España, cuenta con 218.000 empresas y un millón de empleados, por lo que aporta el diez por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Además, apuntó que incide en la competitividad de la economía, pero también en la sostenibilidad del transporte y en la vertebración del país, donde señaló el ferrocarril tiene una cuota modal del cuatro por ciento, mientras este porcentaje es del 17 por ciento en Europa y del 40 en Estados Unidos.
El objetivo, comprometido con la Unión Europea, es alcanzar en 2030 el diez por ciento, lo que supone multiplicar por 2,5 por ciento la cifra actual. Para ello, Puente destacó la apuesta de su departamento por una red “mallada” y “multimodal” que sea “fiable” y “eficiente” para que se produzca el “salto” de transportistas y empresas, de la carretera al tren. En este aspecto, recordó que Valladolid forma parte del plan Mercancías 30, junto a Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Sevilla y Júndiz.