Hace apenas un par de meses, con la presentación del libro homenaje a Felisa Rodríguez en el Conservatorio de Música de León, y el concierto ‘Nos quitamos el sombrero’ que enmarcó tal presentación, me reencontré una vez más con la voz de otra de nuestras inigualables sopranos, Marta Arce (León). Acompañada de Emilio Bayón al piano, cerró el acto con un repertorio de canciones de Amy Marcy y Cheney Beach, un repertorio también femenino que giraba en torno a una fecha en la que ellas eran las protagonistas. Hoy les traigo su figura con la invitación expresa de que no dejen de acercarse a su trabajo y conocerla más de cerca, como cantante y también como docente, aspecto que desde hace años lleva a cabo como parte del eficiente equipo docente de nuestro Conservatorio Profesional de Música, como profesora de Canto y también como codirectora de su Taller Lírico. Como muchos otros profesionales leoneses en este área, Marta comienza su andadura musical en el Coro Universitario de León (dirigido por Samuel Rubio), para pasar a estudiar canto en el Conservatorio leonés desde donde daría el salto, culminando sus estudios con las máximas calificaciones, a la Escuela Superior de Canto de Madrid. Mientras obtendrá, además, su diplomatura en Trabajo Social, aunque no será este el camino profesional que tome sino definitivamente el de la Música. Se convertirá, así, en una de nuestras sopranos más prestigiosas, tanto a nivel nacional como internacional. Su recorrido es ya muy largo y el repertorio abarcado sumamente amplio. La ópera tiene en él una especial presencia, con interpretaciones en ‘La Flauta Mágica’ o ‘Las Bodas de Fígaro’, de Mozart; ‘Electra’, de Strauss; ‘Socorro, los Globolinks’ , de G. C. Menotti, además de numerosos recitales también de repertorio operístico. Dice ser el género en el que se encuentra más cómoda «porque reúne todas las artes. Además, esos maravillosos concertantes, cantar con otras voces, coros, ballets, el contacto con tantas personas interesantes...», y cuenta que entre todos los papeles que se adaptan a su voz le encantaría interpretar el de Mimí, de ‘La Bohème’ de Puccini. Se prepara para dichos papeles con mucho detenimiento: documentándose ampliamente sobre lo que va a interpretar, estudiando la mucha literatura que suele existir en torno a la obra o incluso utilizando los medios audiovisuales para ver las interpretaciones de los grandes, antes de entrar en el «tiempo de asimilación» durante el que trabaja separadamente los textos y la música para memorizarlos antes de «meterlos en voz»; una voz que califica de soprano entre «la lírico pura y la lírico-ligera» y que espera no alterar en su camino vocal gracias a la técnica vocal en la que ha trabajado mucho, especialmente en la ligereza de la misma, porque «no me gustaría que se produjera ese ensanchamiento en la voz, esa forma de cantar ‘pesante’ que algunas cantantes alcanzan con la edad», prefiriendo estar entre las muchas que «con buena técnica han sabido mantener la frescura vocal».
A pesar de esa predilección por lo operístico, Marta Arce reconoce que también le fascinan los recitales, recitales en los que ha interpretado, junto a músicos que la han acompañado instrumentalmente, repertorios muy variados: lied, piezas de un importante número de compositores de todas las épocas y estilos, e incluso canciones españolas antiguas recogidas, por ejemplo, por F. García Lorca o J. García Leoz. También ha interpretado cantatas y oratorios como los Gloria de Vivaldi y de Poulenc, o los Requiem de Mozart y de Fauré, en una carrera como solista que le ha permitido cantar bajo la batuta de renombrados directores (entre ellos Cristobal Halfter y Odón Alonso por nombrar alguno de los más ligados al panorama leonés) y junto a grandes cantantes (Plácido Domingo entre muchos), en una intensa actividad concertística que la lleva continuamente por diversos e importantes escenarios internacionales. También en León hemos disfrutado frecuentemente de su voz y su buen hacer: diferentes ediciones del Festival de Música Española, la gala de ópera para la inauguración del Auditorio ‘Ciudad de León’ (donde también nos ha ofrecido galas de zarzuela), el Festival Internacional de Órgano Catedral de León, o las galas líricas organizadas por la Fundación Euterphe, de cuya organización se ha encargado además en alguno de los últimos años...La experiencia con el «género chico» le ha permitido interpretar a Pilar de ‘Gigantes y cabezudos’, Rosalía de ‘Las de Caín’ o la vendedora de ‘Pan y Toros’, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, pero también llevarla a su trabajo docente en León, a través del Taller Lírico del Conservatorio, que dirige junto a Elisa Rapado, porque «lo considero un deber (...) lo más directo, lo más inmediato para que ellos pudieran hacer algo de escena lírica era la zarzuela. Decidimos empezar por ahí, funcionó muy bien y ahí seguimos. (...)Lo que empezó como una actividad extraescolar (...) ha terminado involucrando a mucha gente, poniendo en contacto a otros centros con el nuestro, implicando a la Orquesta de Juventudes Musicales de la Universidad de León, a la Escuela de Danza, etc.»; representaciones de ‘Las de Caín’, ‘La verbena de la Paloma’, ‘El barbero de Sevilla’, ‘La Revoltosa’..., que en muchos casos han tenido, además, un carácter social.Ahora, esa pasión de Marta Arce por el canto que le viene de unos «padres (que) siempre escuchaban música en casa, (...) mi madre (que) cantaba muchísimo y bien (...y) largos ratos con mis hermanos cantando a varias voces. Siendo niña mi ‘juguete’ favorito era el tocadiscos», y tras la vocación descubierta en aquel Coro Universitario que dio paso a un largo camino de preparación, con importantes maestras del canto que le han permitido llegar a entender el canto tal como lo entiende hoy: «el amor por la palabra, la búsqueda del brillo en la voz, el refinamiento en la interpretación», cada una con sus propias e importantes aportaciones en un camino que considera que es muy largo, incluido el repertorio al que puede llegar; ahora esa pasión trata de transmitirla a través de la docencia de la que dice que lejos de limitarle el tiempo que necesita para dedicarse a preparar y estudiar los papeles que ha de interpretar, la ayudan a un mayor «aprovechamiento del mismo y además, el tiempo de mis clases me supone un aprendizaje enorme. Nunca he aprendido más que desde que soy maestra de canto». Y lo hace en un momento en el que cree que se ha elevado considerablemente el nivel de exigencia de canto frente al que existía hace algunas décadas, y en el que «el cantante que actúa en directo compite con la grabación enlatada y perfecta del cedé que el público tiene en su mente». Y por eso disfruta impartiendo clases a jóvenes entre los que reconoce tener voces prometedoras y con los que trabaja muy seriamente a la espera de poder ver pronto los resultados.
Podríamos seguir contando muchas más cosas sobre ella, pero, de momento lo dejaré en la invitación, si aún no la habéis escuchado nunca, a descubrirla en diversos videos que podéis encontrar en youtube. Eso si con la recomendación de disfrutar su voz en directo a la menor oportunidad que tengáis. No os defraudará.
De León al mundo con voz de soprano
Marta Arce aúna su carrera artística con su labor docente en el Conservatorio Profesional de Música, donde ha puesto en marcha el Taller Lírico
07/06/2022
Actualizado a
07/06/2022
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