A Juanfran no le tembló el pulso y modificó su equipo antes del descanso

El entrenador de la Ponferradina agitó el árbol tras el 0-2 del Andorra pero no logró cambiar el rumbo del partido

Miguel Orejas
24/04/2023
 Actualizado a 24/04/2023
Juanfran García en la banda de El Toralín. / SDP.
Juanfran García en la banda de El Toralín. / SDP.
El gol de Molina a los cinco minutos cambió todo. El partido que Juanfran tenía en la cabeza se fue al traste tras el golazo del Andorra que condicionó todo lo que vendría después. El tanto supuso un jarro de agua fría para el equipo berciano que no supo cómo reaccionar y al que le cayó el segundo a los pocos minutos. Fue entonces cuando Juanfran tomó decisiones.

Viendo que su equipo se caía y era incapaz de dar dos pases seguidos, actuó y decidió hacer dos cambios. Y eso que no es habitual que un entrenador mueva el banquillo antes del descanso. Más allá de Paco Jémez, pocos ejemplos más hay que, en el mundo del fútbol, un entrenador se atreva a modificar alguna pieza antes del intermedio. Pues Juanfran, emulando al que fuese entrenador del Rayo Vallecano, realizó dos sustituciones antes del descanso.

Al valenciano no le gustaba nada de lo que estaba viendo y decidió tomar cartas en el asunto. Ante la inercia que estaba cogiendo el partido, ya que el tercero del rival estaba más cerca que el primero de los locales, agitó el árbol buscando cambiar el rumbo del encuentro. Retiró en el minuto 35 a Erik Morán y a Hugo Vallejo para meter a Nwakali y a Naranjo.

A los 35 minutos, quitó a Erik Morán y a Hugo Vallejo para meter a José Naranjo y a NwakaliAmbas sustituciones tuvieron su lógica desde el punto de vista táctico. La salida de Erik Morán se produce puesto que la brega y la contención del vasco se antojaban innecesarias con el marcador de 0-2. Juanfran buscaba otro perfil en el centro del campo con la entrada de Nwakali. Más dinamismo y llegada desde atrás.

Por otro lado, el cambio de Naranjo vino a modificar el esquema. El ex del Leganés se colocó en banda izquierda, lo que hizo que Lacerda centrase su posición y la Deportiva pasase a jugar con dos delanteros centros. El partido de Hugo Vallejo había sido muy discreto. En el rato que estuvo sobre el campo, el mediapunta habría tocado tan solo un par de balones, lo que le convirtió en un cambio cantado.

Y con los relevos, la Deportiva mejoró. Algo, pero mejoró. El equipo blanquiazul se colocó más arriba, ganó un par de metros y tuvo más presencia en campo rival. Eso sí, no se tradujo en tiros a portería ni en ocasiones de gol. Pero la imagen y lo que transmitía el equipo era otra cosa. No tenía que ver con lo de antes.

El Málaga ha adelantado a una Ponferradina que se hunde en la tabla y que visita al Oviedo el domingoEl arranque de la segunda mitad fue esperanzador, con un par de llegadas de Ojeda por la derecha que buscó el centro al área y con varias arrancadas de un Nwakali que aportó verticalidad desde su entrada en el centro del campo.

Pese a las modificaciones del valenciano, al final tiene la plantilla que tiene y puede hacer lo que puede hacer, el partido no cambió y la Ponferradina terminó perdiendo.
En la segunda mitad llegaría el tercero del Andorra que sentenció el choque. Aunque Espiau recortó diferencias en el tramo final para meterle emoción a los últimos minutos del encuentro, Amir se encargó de quitarla con un penalti muy claro tras una mala salida.

Lo próximo para la Deportiva es visitar al Real Oviedo el domingo a las 16.15 en lo que será una nueva final para el equipo de un Juanfran que todavía busca su primera victoria desde que está al frente del equipo berciano.
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