Abanca 27 - Bidasoa 33: 'El Ademar olvida su evolución en el parón'

El conjunto irundarra pasa por encima de un equipo leonés sin portería, que hizo aguas en defensa en la primera parte y, cuando se ajustó atrás con un 5-1, encadenó pérdidas y errores en el tiro

Jesús Coca Aguilera
03/02/2021
 Actualizado a 03/02/2021
Jaime Fernández intenta lanzar entre dos defensores del Bidasoa. | MAURICIO PEÑA
Jaime Fernández intenta lanzar entre dos defensores del Bidasoa. | MAURICIO PEÑA
Del Abanca Ademar que se había visto desde mediados de noviembre apenas hubo señales. Del de principios de campaña, demasiados indicios. El conjunto leonés olvidó su evolución en el parón y no pudo plantar cara en la reanudación de la competición al Bidasoa, que se llevó el triunfo de León por un cómodo 27-33 y con una tremenda sensación de superioridad que le permitió dominar de principio a fin y tener el choque sentenciado mucho antes de su final.

La portería, esa que bien con Slavic o con Khalifa, ha sido un pilar durante toda la temporada, no aportó nada esta vez. La defensa, en la que la metamorfosis en la primera vuelta había sido tremenda, hizo aguas en una primera parte en la que los 20 goles que anotó el Bidasoa lo dicen todo, pero es que además la mayoría fueron en lanzamientos claros y sin oposición, bien a través de lo generado por un Julen Aguinagalde que mostró su mejor versión desde su llegada a Irún, bien con un Kauldi Odriozola extraordinario y aprovechando las facilidades defensivas por su extremo, o bien con penetraciones o lanzamientos lejanos por el agujero en el que durante muchos momentos fue el centro del 6-0 ademarista.

El Bidasoa metió 24 goles en los primeros 35 minutos, en los que encontró huecos y tiros claros ante el 6-0 leonés ¿La consecuencia? Que la diferencia fuera ya de cuatro goles al descanso pese a que en ataque el conjunto leonés había estado bien, con Marchán agarrando y sacando petróleo de cada balón que aparecía por seis metros, Gonzalo con su habitual presencia para encontrar lanzamientos y efectividad para anotarlos, Natan desequilibrante y rompiendo con fintas a la defensa rival y Feuchtmann siendo fundamental saliendo desde el banquillo en un momento en el que el ataque parecía haberse atascado.

A remolque desde el inicio, pues nunca llegaron los de Cadenas a ponerse por delante en el marcador, tras llegar a estar cuatro abajo ya con el 10-14 tuvieron la opción de irse a vestuarios con un resultado extraordinario para lo visto pues encaraban el final con 16-18, un jugador más y tras un parcial de 2-0 que les acabaría devolviendo el Bidasoa para poner esos 4 con los que inició una segunda mitad en cuyo arranque se agrandaría aún más la herida.

En sólo cinco minutos, Cadenas ya había tenido que pedir tiempo muerto porque el Bidasoa se había ido de seis (18-24), una diferencia prácticamente insalvable cuando enfrente está la mejor plantilla de los ‘mortales’ de Asobal.

El cambio de defensa con 6 abajo frenó la sangría, pero la diferencia nunca llegó a bajar de los cuatro goles Aún así, si algo ha demostrado sobradamente este Ademar, es que nunca se rinde. Era necesario tocar algo en defensa y lo hizo Cadenas, que pasó a un 5-1 con Jaime y Pedro rotándose en el avanzado, y al menos la sangría de gol prácticamente en cada ataque se frenó, dificultando algo más los tiros y provocando algún error.

De los 24 goles en 35 minutos que llevaban pasaron a hacer 9 en los 25 finales, pero no sirvió ni para soñar con la remontada, pues a cuatro (20-24) fue lo máximo que llegó a reducir la desventaja el Ademar.

Y es que, cuando se ajustó atrás, desapareció la claridad adelante, con numerosas pérdidas y errores en lanzamientos claros que lastraron las opciones de meterse en partido de los de Cadenas, que antes del ecuador con el 22-28 ya había gastado sus dos tiempos muertos, y que buscó en la recta final tanto atacando con siete como defendiendo en 4-2 un milagro que nunca acarició la escuadra leonesa, que llegó a estar siete abajo y que, cierto es, nunca bajó los brazos aunque eso no le sirviera tampoco para maquillar.

Marchán se torció un tobillo, Natan dio el susto en un golpe en su rodilla y Slavic se resintió de su codo tocado Malas sensaciones y resultado acompañado además de noticias negativas en lo físico, donde cada molestia hace daño dado el maratón de partidos que viene por delante y, aunque ninguna de las lesiones fue grave, sí que Marchán se torció el tobillo en la primera mitad y se le vio algo renqueante después, Natan dio el susto en un choque rodilla contra rodilla que hacía temer en el primer momento algo peor que el golpe y Slavic se resintió en una parada de sus problemas en el codo.

Poco positivo hubo que rescatar de un día para olvidar. Con cuatro partidos en sólo ocho días en el horizonte, lo mejor es que la oportunidad para resarcirse llegará en breve. Y el Ademar ha dejado claro que siempre se levanta.
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