No es una ‘pieza’ tan preciada, pero puede servir para evitar el cruce con algún ‘coco’ antes de tiempo. De hecho, los blanquiazules parecieron prever el empate del Atlético B ante Las Palmas (0-0) y saltaron al choque con intensidad y ganas de meter miedo en el cuerpo a sus rivales directos. Jorge García abrió la lata muy pronto y tras reponerse del ‘susto’ de Adighibe, que puso las tablas mediado el primer acto, la Ponferradina volvió a pisar el acelerador para que el centrocampista sellase un ‘hat-trick’ que dejó el partido visto para sentencia.
Además del segundo puesto, el encuentro volvió a dejar sensaciones muy positivas de cara a la carrera por el ascenso que se avecina. Una vez más los de Jon Pérez Bolo dieron un paso adelante a nivel colectivo y mostraron una variedad de recursos que necesitarán para volver a la división de plata.
Los focos fueron para Jorge García, pero Bolaños y Lozano también cumplieron con nota y la Deportiva continuó funcionando como un reloj en todos los aspectos: en el ofensivo, con muy buenas triangulaciones y libertad de movimientos en los metros finales; y en el defensivo, controlando, salvo un despiste, las acometidas de un Adighibe con talento y físico para hacerse un hueco en Segunda B pese al descenso del Adarve.
Un ataque inédito
Con Kaxe y Pichín fuera de la convocatoria y pocas ganas de forzar a Yuri más de lo necesario teniendo el ‘playoff’ a la vuelta de la esquina, Bolo quiso aprovechar la última jornada para dar confianza a su segunda línea.
Y es que el técnico bilbaíno tiene muy claro que un buen once no basta para volver a la división de plata y que el fútbol es un deporte que permite lucirse a los actores secundarios.
No habría espacio en esta crónica para recordar solamente los casos más recientes. La exhibición de Llorente contra Portugal en el Mundial de 2010, el gol de Eder ante Francia en la Eurocopa de 2016 o el doblete de Origi que dejó al Barça sin una final de Champions para la que algunos ya habían comprado entradas, recuerdan que es mejor tener un equipo que un balón de oro. Y la Deportiva es, ante todo, un bloque.
Solo así se explica que con un ataque prácticamente inédito –Lozano y Bolaños debutaban como titulares, Jorge García volvía al once tras varias semanas con escaso protagonismo–, los blanquiazules tardasen apenas diez minutos en derribar el muro local.
Y fue precisamente de una combinación entre dos de las novedades, Bolaños y Jorge García, de la que nació el gol. El colombiano, que ha rentabilizado cada minuto que ha jugado desde que se solucionasen los problemas con su ficha, volvió a demostrar que su sola presencia es un incordio para cualquier defensa, pero también que es algo más que lucha y remate.
De sus botas salió el balón que dejó a Jorge García cara a cara con De las Heras, al que el centrocampista fusiló sin compasión para adelantar a los blanquiazules en el marcador y avivar las esperanzas de luchar por el primer puesto.
La ilusión fue ‘in crescendo’. A raíz del tanto, la Deportiva empezó a combinar peligro en campo rival y dejó destellos que dejaron claro por qué los bercianos han firmado una recta final de cursos prácticamente inmejorable.
Pero la alegría duró poco. Adighibe aprovechó el único despiste de los visitantes en la primera parte y el tanto del Fuenlabrada, al filo del descanso, convirtió el liderato en una quimera prácticamente inalcanzable.
Sin embargo, la Ponferradina no bajó los brazos. Lejos de dejarse llevar ante un Adarve que pese a estar descendido, quiso despedirse dignamente de la división de bronce, los blanquiazules metieron una marcha más tras el paso por vestuarios.
Así, el inicio de la segunda mitad fue calcado al de la primera. Isi rozó el tanto con dos disparo desde la frontal, pero el que volvió a llevarse el gato al agua fue Jorge García –habría que analizar el poder que esconde llevar el ‘10’ en la Deportiva–, que cazó un balón suelto y volvió a fusilar a De las Heras.
Y como no hay dos sin tres, el ‘hat-trick’ llegó poco después con una rosca ante la que De las Heras quizá pudo hacer algo más, pero que hizo justicia a la ambición de una Deportiva que nunca renunció a luchar por el liderato y terminó llevándose un premio quizá no tan goloso, pero que a buen seguro hubiera firmado hace solo unas semanas.