Es complicado imaginar un partido del Ademar con más lanzamientos claros errados y un ataque posicional más atascado. Y cuando fallas tres penaltis, múltiples lanzamientos en seis metros y hasta tiros a portería vacía, pero además le sumas un gran número de lanzamientos forzados al borde del pasivo, estás prácticamente condenado a la derrota sea quien sea tu rival.
Porque llegaba el Huesca a León como colista tras haber perdido sus tres primeros partidos, pero se estrenó en el Palacio tras derrotar 23-25 a un Ademar al que se le apagaron las luces en ataque y además se diluyó en defensa cuando una nueva lesión se cebó con el centro de su 6-0.
Si hace una semana cayó Popovic, esta vez quien sufrió un problema muscular al final de la primera parte fue Alberto Martín, que se echó la mano al abductor y, aunque intentó regresar dos veces en la segunda mitad, lo hizo cojeando ostensiblemente y dejando claro que no tenía ningún sentido tener en pista a un jugador así.
Doce goles había recibido el Ademar con él en la primera parte y nueve llevaba ya el Huesca en los 16 primeros de la segunda, con Benites jugando casi todo el partido en su debut ante su exequipo pero demostrando la lógica completa falta de compenetración con sus compañeros.
El Ademar metió un gol en los primeros 8 minutos y recibió de salida un 0-4 tras el que ya nunca volvió a empatar
Fue una de las claves de la derrota, porque el colapso ofensivo exigía para puntuar una exhibición defensiva o de la portería, donde Saeid tuvo tramos de acierto pero no dio uno de esos recitales que en casa protagoniza en muchas ocasiones, y el gran número de pérdidas provocadas al Huesca fue insuficiente.
Ni una sola vez fue por delante en el marcador el Ademar, que comenzó el choque con un parcial de 0-4 y marcando un solo gol en los primeros 8 minutos, en lo que sería el reflejo del resto del encuentro.
Porque aunque parecían reaccionar rápido los leoneses, siendo ellos quienes dejaban durante seis minutos su meta a cero para ponerse a uno, se volvían a estrellar contra el 6-0 de un equipo oscense que, pese a tener enfrente a un Benites que hasta hace una semana era su líder defensivo, dejaba sin ideas un ataque ademarista que acababa una y otra vez con tiros forzados, estrellándose además con un Arguillas descomunal bajo palos.
Edu Fernández mantuvo en partido en la segunda mitad a un Ademar que se estrelló contra un buen Arguillas
Cada ataque estático era un suplicio y además el Ademar volvía a naufragar un partido más en superioridad, desaprovechando las cuatro exclusiones que tuvo en esa primera parte el Huesca, siendo la consecuencia los tres goles abajo (9-12) con los que se llegaba al descanso tras haber llegado a estar incluso cinco goles abajo (5-10).
Salía sin embargo bien de vestuarios el Ademar, que llegaba a tener dos balones a la postre claves para empatar el partido. Pero ni lo aprovechó Darío Sanz, en una contra solo contra el portero ni tampoco Wasiak en un lanzamiento que sacaba el guardameta, entrando el partido en una dinámica de ‘bailar’ entre los dos y tres goles de diferencia en favor de los visitantes, que eran quienes conseguían romperla para recuperar su máxima renta de cinco goles (18-23) pero ahora con sólo once minutos de partido por delante.
Y es que por no funcionar en el Ademar no lo hizo ni Carlos Álvarez, que parecía infalible y cuajó el que quizá ha sido su peor partido como ademarista, ni un Lodos que había acostumbrado a acudir al rescate en este tipo de situaciones pero estaba errático.
Con 21-24 a falta de 6 minutos el Ademar no encajó en 4 ataques seguidos... pero falló los 4 lanzamientos tras ellos
Borrones de buenos escribanos que no tienen nada que ver con el preocupante rendimiento en sus escasos minutos de las apuestas extranjeras, con Lindqvist y Marawan restando más que sumando en un equipo que si se mantuvo con ciertas opciones de remontada hasta el final fue por los arranques de garra de Edu Fernández, que acabó también cojeando pero sostuvo al Ademar con sus lanzamientos en una segunda mitad en la que hizo sus seis goles.
Sólo tuvieron momentos de claridad en ataque él y un Adrián Fernández que no volvería a pista por Rodrigo hasta que quedaban seis minutos, entrando con cuatro abajo (20-24) en el marcador.
Y aún así, con el 5-1 defensivo que había usado Ademar durante gran parte de la segunda mitad pasando a un 4-2, todavía tuvo opciones el conjunto leonés de firmar una gran remontada. Cuatro ataques seguidos del Huesca detuvo con 21-24, pero ninguno fue seguido de un gol leonés. Porque falló Wasiak un penalti y erraron de forma consecutiva Edu Fernández, Carlos Álvarez y Lodos sus tiros, sentenciando el tanto de Ignacio Suárez que ponía el 21-25.
Donde el año pasado sólo ganó el Barcelona, este lo hacía al segundo partido el Huesca. Un duro traspiés antes de iniciar la vorágine europea.