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Cuajó el Ademar una pésima primera mitad, en la que volvieron a ponerse de manifiesto las malas sensaciones del último choque de Anaitasuna. Tres abajo (11-14) pese a detener cuatro penaltis se fue la escuadra leonesa a vestuarios, sirviendo como buen resumen de lo sucedido la última jugada en la que con 20 segundos para atacar antes del descanso, tira en sólo 10, pisándola además al lanzar Marchán, y cede el último ataque a Logroño para que tras tiempo muerto alcance su máxima diferencia.
Marcaba diferencias el hecho de que los de Velasco, pese a cometer demasiadas pérdidas, conseguían romper con mucha comodidad una defensa ademarista que hacía aguas, incapaz de parar en seis metros al pivote Moreira y movida a su antojo en la dirección por Balenciaga hasta encontrar casi siempre un lanzamiento claro para su equipo.
El Abanca Ademar se fue 3 abajo al descanso (11-14) pese a llegar a mandar 7-5 y detener cuatro penaltis ¿Y en ataque? Se veía algún chispazo de Gostovic, valiente y aportando conun gol y una exclusión forzada en pasivo, y algún acierto combinado con errores de Natan y Lucin, pero notaban los de Cadenas que ese gran arma que es Marchán en seis metros no estaba acertado y se mostraba fallón las veces que una defensa que se cerraba mucho sobre él le permitía el lanzamiento.
¿La consecuencia? Que aunque el Ademar llegara a ponerse dos arriba (7-5), con un parcial de 1-5 La Rioja le diera la vuelta (8-10) al choque y, pese a que los leoneses llegaran a empatar de nuevo, al cerrarse la primera parte con un 0-3 para los riojanos se alcanzara sobre la bocina el citado 11-14.
Necesitaban los de Cadenas mejorar su versión para optar a la remontada, pero nada cambió. Y de hecho, si no sentenció antes La Rioja fue gracias a que siguió perdiendo balones y a los ‘paradones’ de Slavic, que daban aire y un soplo de vida a un Ademar negado en el lanzamiento, donde se estrellaba una y otra vez contra Rangel, permitiendo correr a los riojanos y desquiciando a Cadenas.
Dos tiempos muertos en sólo tres minutos tenía que pedir el técnico de Valdevimbrepara intentar frenar la sangría que se veía sobre la pista, donde con un parcial de 0-4 La Rioja se iba hasta un sonrojante 15-21, seis goles de diferencia que cerca del ecuador parecían dejar decidido el partido.
Sin embargo, si algo ha demostrado sobradamente Ademar es que le pueden faltar ideas, pero nunca fe. Y tirando de ella y aprovechando el estado de gracia de Slavic, que encadenaba varias paradas consecutivas, incluida una doble espectacular en un penalti y su rechace, los leoneses volvían a meterse en el partido con un parcial de 4-0 propiciado por dos tantos de un Marchán que por fin aparecía, de Gonzalo a la contra y de Casqueiro desde el extremo.
Llegaba a tener balón para alargar ese instante de gracia y ponerse a uno, precipitándose Natan y errando la ocasión. Sin embargo, tras dos ataques seguidos metiendo La Rioja, el destino daba otra ocasión para hacerlo a un Ademar ahora sí atinado en ataque, y esta vez con uno más en pista tras forzar una exclusión Natan en el ataque posterior a haber marcado el 21-23.
Tras el 15-21 el Ademar hizo un 4-0 y entró 22-23 y en superioridad a los 8’ finales, en los que se topó con RangelLo aprovechaba Gostovic apretando al máximo el choque a falta de ocho minutos, pero dos goles seguidos de Oswaldo en La Rioja y dos pérdidas consecutivas de los leoneses volvían a abrir la renta (22-25).
Ya no quedaba margen para ningún error y la última oportunidad llegaba cuando, a falta de tres y medio y con 23-26, el Ademar forzaba una exclusión y un penalti... que Gonzalo fallaba, sentenciando aparentemente Moreira al anotar en el ataque posterior. ¿Partido muerto? Aún no, porque con defensa a toda pista los leoneses revivían y Marchán podía poner a uno a su equipo a 40 segundos, pero fallaba solo en seis metros. Y ahí ya no hubo milagro posible.
El otro día sin Natan, este viernes sin Jaime. Sí. Pero aún así, las sensaciones no son en absoluto positivas...