Ademar 28 - Barcelona 35: 'Siguen siendo de planetas distintos'

El conjunto leonés no puede plantar cara al blaugrana, que abrió brecha de salida, cogió siete goles de renta ya en la primera mitad y dejo el choque sentenciado en el arranque de la segunda

Jesús Coca Aguilera
26/11/2019
 Actualizado a 26/11/2019
Juanjo Fernández, que tuvo minutos en ataque, intenta lanzar por encima de la defensa. | SAÚL ARÉN
Juanjo Fernández, que tuvo minutos en ataque, intenta lanzar por encima de la defensa. | SAÚL ARÉN
La ilusión tras las 10 victorias seguidas estaba por las nubes. El liderato, muchísimos años después a estas alturas de temporada, al alcance de la mano del Abanca Ademar. La posible campanada frente al Barcelona, ese trasatlántico favorito a ganar la ‘Champions’, se veía como una posibilidad real si los leoneses mostraban su mejor versión. Muchos ‘castillos de arena’ que los catalanes desmontaron sin dar opción a la esperanza.

Por mucho que hayan mejorado los de Manolo Cadenas, la realidad es que Ademar y Barcelona siguen siendo equipos de planetas distintos. 28-35 se impusieron los catalanes en el Palacio, en un partido en el que los leoneses no pudieron plantar cara a un rival que cogió pronto una renta importante, pero tampoco se rindieron y aún con la sorpresa ya imposible siguieron batallando, peleando y jugando al 100% hasta el final.

Fue el único consuelo de un Ademar que acusó la carga física que acumula y ya en la primera mitad llegó a ir siete abajo, y que aunque vivió sus mejores momentos en los instantes previos al descanso, en los primeros compases tras el paso por vestuario vio cómo los azulgrana, con un Moller inmenso en portería y un Cindric imparable en ataque, eran un torbellino que en un visto y no visto se ponía nueve arriba (14-23).

En 16 minutos, el Barcelona ya ganaba de seis (5-11) y Cadenas había tenido que pedir dos tiempos muertos Ahí se acabó un partido que los catalanes habían querido dejar sin historia cuanto antes. Aunque llevan prácticamente toda la liga jugando a medio gas y con su segunda unidad de inicio, en León Pasqui no quiso sorpresas y sacó de primeras a toda tu artillería. Una muestra de respeto que demuestra el temor que levantaba el Ademar, pero una mala noticia para una escuadra leonesa que se vio incapaz de frenar el potencial ofensivo de los catalanes desde el primer minuto.

Antes de cumplirse los cinco, la escuadra blaugrana ya había cogido tres goles de renta (1-4) a base de cañonazos desde casi diez metros que condicionaron a una defensa a la que obligaron a salir más, dando lugar a las penetraciones de un Cindric que fue una auténtica pesadilla para una defensa que desesperó a Manolo Cadenas.

Que en el minuto 16 el técnico ya hubiera tenido que pedir dos tiempos muertos era el mejor resumen de cómo le estaban yendo las cosas al Ademar. El primero llegó cuando, tras volver a ponerse a uno por última vez los leoneses, gracias al mejor gol del partido en una acción en la que Mario rompía en una contra al defensor con un amague y acababa soltándole un fly a Jaime, un parcial de 0-3 a base de contras disparó hasta los cuatro (4-8) al Barcelona. Y el segundo, tras atascarse en un ataque donde sólo Lucin y David Fernández encontraban algún resquicio en el 6-0 visitante, e irse ya al 5-11, desde el cual la renta nunca volvería a bajar ya de cinco.

El Ademar nunca se rindió pero no bajó nunca de 5 la renta desde el minuto 15, llegando a perder hasta de 11 Condicionado por el potencial del rival, se veía la peor versión defensiva del Ademar, donde sólo Juanjo aguantaba el envite, pues Carou sufría lo indecible en la sucesión de unos contra unos con los que Cindric le buscaba.

Eso sí, por no probar cosas desde luego no fue. En defensa, donde Cadenas recurrió en ataque a los centímetros de Marchán y Donlin para defender en el centro. Y en ataque, con múltiples variantes. Así, por los seis metros pasaron los tres pivotes; en la primera línea usó a todas sus piezas, perdiendo otra de ellas dado que Pedro se volvió a lesionar él solo el tobillo; e incluso probó con siete jugadores de campo, castigándolo ya en su primera puesta en escena Moller con un gol de portería a portería.

Nada funcionó. Y en realidad sólo hubo un atisbo de esperanza, cuando el Ademar cerró su portería y no encajó ningún gol en los cinco últimos minutos y medio de la primera mitad, aunque el arbitraje tampoco ayudó en esos compases y la renta sólo se redujo de los siete (11-18) que suponían la máxima a los cinco (13-18) que había al descanso.

Carrillo regresó a las pistas en un Ademar donde Pedro se volvió a lesionar el tobillo y Marchán se fue tocado El sueño estaba mucho más difícil, pero aún se pensaba en el milagro. Pero en cuestión de siete minutos el Barça dejó claro que no iba a ser el día. Cada pérdida de balón contra ellos es una condena y los de Cadenas enlazaron varias seguidas, sufriendo además una exclusión que propició que a base de contras Víctor Tomás y un sensacional Pascual lideraran un parcial de 0-4 que llevaba a nueve la diferencia (14-23).

Los puntos ya no estaban en juego, pero el Ademar, con Jaime de vuelta al central, no bajó los brazos y, aunque el Barcelona llegó a mandar incluso de 11 (21-32), los de Cadenas volvieron a reducirla hasta los siete finales, aunque con un nuevo problema físico, este de Marchán, que se unía a la lesión de Pedro en el día en el que había vuelto a jugar Carrillo.

Era una batalla perdida y no se pudo pelear. Toca levantarse y pensar en las próximas para pensar en tener la revancha en la Copa Asobal.
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