Esta vez los minutos finales no perjudicaron al Ademar, esta vez el final fue muy feliz (29-27). Los ademaristas se hicieron con un derbi muy igualado, pero muy marcado por las inferioridades sobre la pista, lo que evitaba que nadie se fuera en el marcador.
Llegó a estar cuatro arriba el conjunto de Dani Gordo, pero en un derbi nunca puedes dar nada por encarrilado. Todo se apretó, tanto que hasta los pucelanos se llegaron a adelantar, marcado en parte con las más que dudosas exclusiones de Sanz y Adrián Fernández para llegar al 21-22. Tras varios intercambios de golpes, los ademaristas llegaron a 30 segundos para el final arriba en el marcador y los fantasmas de los minutos finales llegaban al Palacio.
Sin embargo, dos faltas en ataque y un gol de Carlos sobre la bocina pusieron el 29-27 final para llevarse el derbi, sacar de la ecuación de Europa o por lo menos de la quinta plaza para poder optar a la invitación a Valladolid y despedir el Palacio de la mejor manera posible, con victoria en uno de los derbis más igualados.
Wasiak fue una de las claves desde los 7 metros con cinco de cinco, Benites el gran goleador con siete tantos
Nadie en el inicio cogió ventaja en el marcador y eso que Valladolid recibió hasta tres exclusiones en los diez primeros minutos. Algo que no aprovechó demasiado el Ademar, sí para ponerse por delante, pero no para conseguir una cierta ventaja. Y como no, ya desde el inicio dos de los grandes nombres del partido como Saeid y Bar ya resonaban en los primeros minutos del partido con paradas de todos los colores e impidiendo verse con una distancia considerable abajo en el marcador.
Fue con el 8-8 donde todo se rompe, Valladolid coge ventaja y se marchar al más tres en la mayor ventaja de todo el partido, 8-11, con solo seis minutos para el final de la primera parte. Es cuando el Ademar tira de garra y desde los 7 metros con un Wasiak tremendo, cinco de cinco, los ademaristas se marchaban con ventaja al descanso, 14-13. Primera mitad muy igualada, pero agridulce con todas las inferioridades que tuvieron los visitantes.
Saeid y Bar tuvieron su batalla personal con 34% y 40% de paradas, respectivamente, y en momentos clave
Siguió en esa gran línea el equipo de Dani Gordo llegando a la distancia de cuatro arriba, 21-17, en unos grandes minutos de Benites, que terminó con siete goles, parecía que todo llegaba a un momento de tranquilidad. Sin embargo lo peor estaba por llegar, lo primero la dudosa exclusión de Darío Sanz y a los pocos minutos la de Adrián Fernández que llevó a Valladolid a sí aprovechar esa superioridad y remontar con el 21-22 y llegan los momentos de mayor dudas.
A minuto y medio para el final, Carlos puso el 28-27 y tras momentos de saber sufrir, también lo cerró
Mientras tanto Saeid y Bar seguían en su partido particular bajo los palos, eso sí, no pudieron impedir el gran intercambio de golpes que llevó al partido a la máxima igualdad en los minutos finales hasta llegar al empate con cerca de minuto y medio para el final.
Primero una jugada de ser el más listo de la clase para Sergio Sánchez, robando y dejando a Sanz solo ante Bar para recuperar la ventaja y luego un Marwan que en su último partido en el Palacio, como también lo era para Carlos Álvarez, ya que ninguno de los dos continuará la próxima temporada, se echó al equipo a las espaldas poniendo la ventaja en el marcador e incluso regalando a Carlos el 28-27 con el que llegó al locura del final.
Un minuto para llevarse el derbi e irse a la última jornada con opciones de todo, primero falta en ataque de Valladolid y 30 segundos para el final, luego una parada tremenda de Bar en el ataque y con tiempo para el empate. Y con todo por pasar, llegó otra falta en ataque para que Carlos pusiera el 29-27 definitivo y desatase la locura en la grada del Palacio con la victoria en el derbi.