Lo tuvo en sus manos el Abanca Ademar. De hecho, a falta de 10 minutos, los leoneses le habían dado la vuelta a la eliminatoria, pues un tanto de Gonzalo colocaba el 25-21 que encendía un Palacio entregado y obligaba a pedir tiempo muerto a Logroño.Pero ahí, en el peor momento, se le apagaron las luces a un ataque que hasta ese momento había estado muy atinado; y reapareció el gran protagonista de la eliminatoria, un tremendo Leo Dutra, al que su técnico sentó durante la primera mitad de la segunda parte en una decisión muy arriesgada pero que acabó siendo decisiva, pues entró fresco al final y sepultó al Ademar.
Tres goles seguidos metió en ese momento crítico. Dos, percutiendo a base de fintas en la defensa hasta colarse en seis metros y lanzar cómodo. Otro, tras un golazo de Milosavljevic a la media vuelta, decisivo, en pasivo y con sólo un pase por dar en un golpe franco escorado, que puso en la escuadra colocando el 26-24 a falta de 5 minutos.
Del 1-5 que provocó una mala salida llena de pérdidas, el Ademar llegó hasta el 25-21 que le hubiera dado el paseParecía complicado ahí e imposible cuando, tras una contra fallada por Semedo y una de las múltiples pérdidas cometidas por los leoneses en esta eliminatoria, Logroño puso las tablas.
Pero todavía estuvo a punto de levantarse Ademar, que a falta de 50 segundos con 28-26 robó un balón, pero perdió el pase al buscar el tanto inmediato y finiquitaba ahí sí cualquier opción, siendo el resultado final un 28-27 que suponía la victoria más amarga de los últimos tiempos y traía consigo que Europa se acabara ya este año para los leoneses tras sólo dos partidos.
En el momento crítico, Dutra salió fresco tras descansar media segunda parte e hizo seguidos tres de sus 9 goles Cruel final para un Ademar que remó y remó para morir en la orilla, pues se había rehecho de un inicio calamitoso y lleno de pérdidas de balón que puso la desventaja global en ocho goles al unirse a los cuatro que traía Logroño de la ida el 1-5 que lograba de salida.
No obstante, Ademar nunca dejó de creer y pronto se metió en partido, con un 5-6 que dio lugar a un intercambio de goles fruto del dominio de los ataques. Porque estaba muy fina la escuadra leonesa en la ofensiva, con un Jozinovic que desapareció tras el descanso pero era ahí muy protagonista, pero también aportaciones del resto de la primera línea, donde reaparecía Boskos dando una rotación más a un equipo que notó el tener hombres de refresco.
¿El problema? Que atrás la portería, salvo Bomastar en los primeros cinco minutos y Panos en los cinco últimos, no aportaba, la defensa no era capaz de hacer sentirse incómodo a un Dutra que de nuevo era una ‘pesadilla’, y entre el brasileño y Rivero el Logroño mantenía el toma y daca... hasta que, el último tanto del primer acto, suponía el 15-14 que era la primera ventaja del Ademar en todo el choque y le permitía afrontar la segunda mitad con mayores esperanzas de remontada.
Con 26-26 a falta de 3 minutos Ademar parecía muerto, pero aún tuvo un balón que perdió a falta de 50 segundos para ponerse 3 arribaY más que crecerían. La defensa subió la intensidad. Panos tocó muchos balones. Y Logroño, sin Dutra, veía puerta con mucha menos claridad, sobreviviendo gracias a la multitud de rechaces que capturó. Con eso, y el ataque donde se combinaban las apariciones de un Boskos que llegó sin fuelle al final con los destellos de Liapis y los extremos, un Ademar donde Santista daba el susto al lesionarse el hombro pero luego volvía, se llegaba a poner por delante en el resultado global.
Pero el final ya lo saben. El Ademar se quedaba a las puertas de la remontada. Europa será efímera esta vez.