Queda un minuto y medio para el final y la eliminatoria está en un pañuelo. Como lo ha estado durante todo el vibrante encuentro, plagado de tensión y dureza, en el que el Braga nunca ha ido por delante pues el Ademar salió ya como un tiro con un 3-0 tras no encajar ni un gol en los ocho primeros minutos, pero la ventaja leonesa nunca ha llegado a pasar de los cuatro goles de diferencia en los que ha estado en numerosas ocasiones.
29-26 gana el conjunto ademarista, lo que dado el 23-21 que se traían los portugueses de la ida supone estar sólo un gol por encima de tener que jugarse la clasificación en una tanda de penaltis.
Es un ataque para valientes y hay pocas dudas sobre quién se lo va a jugar, dado que hay dos jugadores que llevan sosteniendo al equipo durante todo el partido en ataque.
El primer partido en casa de la temporada incita a fijarse más en los nuevos, pero la realidad es que apenas han aportado. Marawan, ni un minuto. Lindqvist y Álex Díaz, presencia testimonial atrás. Adrián, gris pero con un gol clave instantes antes estando en la hora de la verdad. Y Edu Fernández el más destacado, aunque sin alardes y con más protagonismo atrás.
El Braga no fue por delante en ningún momento pero el Ademar nunca llevó la renta más allá de los 4 goles
Sin embargo, los que siguen han tirado del carro. Por rachas, pero ha aportado Saeid en una portería que evitó el gol en tres penaltis. Han estado muy sólidos Popovic y Alberto en el centro de la defensa, ha cumplido como casi siempre Lodos y ha tenido en ataque Wasiak mejores minutos que en la mayoría de los partidos del año pasado.
Pero por encima del resto ha brillado Rodrigo Pérez, que sacó esa versión que el Ademar fichó el verano pasado pero apenas vio. Si tenía alguna espina clavada, desde luego se la quitó. Ante la durísima defensa del Braga se echó el equipo a las espaldas, acumulando muchos lanzamientos y yéndose a los 11 goles.
Sin embargo en esa acción decisiva no tiró, sino que buscó en el extremo a ese seguro de vida que es Carlos Álvarez. Le costó entrar al partido, pero en la segunda mitad, yéndose en muchas ocasiones al lateral, demostró que es el líder de este equipo.
No falló el lanzamiento para colocar el 30-26 a falta de un minuto y, aunque Sousa (sostuvo junto a André José y Filipe Monteiro un ataque portugués monopolizado por los tres) volvió a colocar al Braga a un gol del empate en la eliminatoria con 30 segundos por delante, el extremo le respondió.
Los árbitros castigaron la gran dureza del Braga con 8 exclusiones, pero Ademar no atacó bien las superioridades
Tras un buen tiempo muerto de Gordo, porque se rozaba la pérdida, el Braga se fue a defensa individual y Carlos no especuló, lo que puede provocar el pasivo, sino que se fue directo hacia la portería rival, provocando una pena máxima que ponía el definitivo 31-27 valía un billete para la fase de grupos.
Y no lo dejó escapar el extremo, que superó a Humberto y llevó al éxtasis a un Palacio de Deportes que empujó como en los mejores días y a un equipo que celebró a lo grande sobre la pista la clasificación.
Gran final para un buen partido, de los de la ‘vieja escuela’, de esos donde las defensas predominan y no es un ‘correcalles’. Pegó mucho un Braga que juega al límite del reglamento (el rendimiento defensivo portugués bajó mucho sin un gran Diniz Mota, que se perdió más de la primera mitad por lesión pero forzó para volver), pero lo castigaron los colegiados húngaros, de los que no puede tener queja el Ademar y que sacaron ocho exclusiones a los visitantes (no muy bien aprovechadas pues no estuvieron finos los leoneses en superioridad). Y respondió sin amilanarse la escuadra de Dani Gordo, con una gran intensidad atrás y sin achantarse nunca adelante.
Así, el partido fue a tirones. Y con varios momentos que a la postre se antojan claves. Llegó a ganar de cuatro el Ademar en esa primera parte (por última vez con el 10-6), pero consiguió empatar con un 1-5 el Braga.
A falta de 1 minuto Carlos puso al Ademar 1 arriba y, tras marcar el Braga, forzó y marcó el penalti que sentenció
Entonces, con 12-12, Filipe fallaba una contra solo contra Saeid que hubiera puesto al Braga por delante... y de ahí al descanso llegaba un parcial de 3-0 que permitía al Ademar irse con tres de renta (15-12) al descanso.
Entre los dos y los cuatro de diferencia empezó a ‘bailar’ el tanteador, con el choque calentándose cada vez más. Gordo mandaba callar con el dedo en la boca al banquillo rival, Humberto le decía adiós a Saeid tras encararse con él y ser excluido el iraní, y los dos equipos buscaban exagerar cada golpe para forzar la exclusión del rival.
Hasta tres veces llegó a ponerse a uno el Braga en torno al ecuador de esta segunda mitad, en momentos tremendamente delicados. Pero siempre respondió con gol el Ademar, siendo en ese momento clave los dos tantos de Wasiak.
Y al final, tras un penalti fallado por los portugueses para ponerse a uno, el Ademar conseguía dar otro tirón para recuperar a falta de ocho minutos esos cuatro goles de renta (26-22) que habían sido su máxima durante el choque.
De ahí al final fue un intercambio de goles, con Rodrigo poniendo el 29-25 y el Braga marcando un penalti para llevar al choque al final ya contado. Uno que acabó en celebración. Uno que devuelve a los leoneses a una ronda principal. Europa, el Ademar está de vuelta.