Tras el primer partido de liga del Abanca Ademar en Guadalajara, el día después la atención de los medios iba para Antonio Martínez, que en aquel debut de la temporada hacía 13 goles para liderar en ataque a su equipo hacia la primera victoria de la temporada. «¿Recuerdas haber hecho alguna vez tantos goles?». El leonés, tímido, miraba al infinito buscando una respuesta: «Quizás en algún partido de niño, pero no me acuerdo».Desde este viernes esos 13 goles son ya historia en la lista de récords del leonés, que hizo nada menos que 15 este viernes en el Palacio de los Deportes en una actuación individual que nadie recordaba por allí. Bien merecía la exhibición de Antonio – que solo falló dos lanzamientos – una victoria de su equipo, la que logró para redondear una tarde perfecta no sin sufrir incluso más de lo debido ante un correoso Huesca que nunca bajó los brazos.
Y es que pareció tener primero encarrilado y después ganado el partido el Ademar en dos ocasiones, en las que con rentas de hasta 5 goles vio como el conjunto oscense se agarraba al resultado y lograba empatar el partido. La primera, superados los 20 minutos de juego, dejaban claro que el encuentro no iba a ser el paseo de Granollers, en gran parte por la diferencia entre porterías. Saeid fue un espejismo del portero que venía asombrando al Palacio y Arguillas en el rival demostró gran acierto, neutralizando la salida den tromba inicial del Ademar (14-14). Con un ritmo de partido frenético los goles se sucedían y no había lugar para las defensas, dejando en los porteros las diferencias.
Los leoneses tuvieron el partido encarrilado hasta en dos ocasiones en las que Huesca consiguió igualarAsí, con la salida de Papantonopoulos al campo el Ademar logró volver a abrir una renta más humilde, de dos goles, que se mantuvo hasta el descanso y que además de Antonio tuvo como protagonista a un Juan Castro que anotó e hizo anotar a sus compañeros, con Boskos destacado en esa faceta ante la ausencia de un Milosavljevic que regresó pero solo para jugar en defensa.
Bajó el acierto en la segunda mitad en ataque, especialmente en un Ademar cuyas dudas ejemplificó un David Fernández que ofrecía una de cal y una de arena, los Virbauskas tampoco fueron solución esta vez y entre Montoya, Dija y la continua aportación de Arguillas de nuevo con la portería ademarista desacetada, un Benites destacado igualó el partido (24-24) aprovechando una exclusión de Sousa.
Le restaban 15 minutos al partido y se dejaba entrever que el Ademar iba a tener que sudar sangre si quería dejar los dos puntos en casa. Lo logró apretando de nuevo el acelerador tras un toma y daca, aprovechando los errores de Huesca para correr, engordar la exhibición de Antonio Martínez y endosar un parcial de 4-0 que ya sí sería definitivo (30-26). Se quejó Huesca de los árbitros, ciertamente más caseros de lo habitual en el tramo decisivo de partido tras una primera parte en la que las protestas las recibieron del público leonés.
En ese contexto, no consiguió Huesca bajar la diferencia de los 3 goles hasta arriesgar ya con defensa abierta durante los últimos minutos en un intercambio de goles que terminaría dejando la diferencia en esos 4 tantos que marcaba el electrónico al final (38-34).
Tras el partido, los niños jugaban sobre la pista del Palacio a ser Antonio Martínez. Como para no.