Después de las salidas de Jesús Fernández y Ale Palanca y los refuerzos de Yeray Cabanzón y Samuele Longo, los últimos dos días del mercado de invierno en las oficinas de El Toralín se preveían tranquilos con el plantel cerrado. No obstante, en las últimas horas se originó un susto en el que el protagonista fue el lateral izquierdo Nil Jiménez.
El jugador catalán llegó a Ponferrada desde el Nàstic de Tarragona en verano firmando un contrato de un año fijo más otro opcional en caso de superar los 25 partidos con al menos 45 minutos. Si bien comenzó la campaña con más protagonismo, la tardía llegada de Andoni López lo relegó pronto al banquillo, y es que, ya con la segunda vuelta de la competición en marcha, Nil sólo ha disputado 13 encuentros de liga -seis como titular-. De hecho, de los últimos 14 compromisos de la Deportiva, en ocho ni siquiera pisó el césped.
Este escaso protagonismo ha movido a su agente a ofrecerlo en las últimas horas al filial del Club Atlético Osasuna, equipo que también milita en el grupo I de la Primera Federación que, precisamente, será el rival de la Ponferradina este domingo. Las alarmas saltaron en El Toralín al enterarse de esta circunstancia, por lo que la dirección deportiva pronto comenzó a pensar en alternativas, y el berciano Álvaro Ramón fue la opción tanteada. Este 'intercambio' de futbolistas, además, hubiera sido beneficioso económicamente para la Deportiva, pues la cláusula del zaguero del Arenteiro es menor que la de Nil Jiménez, si bien Ramón no se mostró muy decidido a realizar el traspaso.
Al final, Osasuna, al conocer el montante final que tendría que afrontar para incorporar al jugador catalán, rehusó de acometer la operación, por lo que Nil Jiménez, al menos de momento, continúa en el Bierzo.