La importancia de las dinámicas en el mundo del fútbol es indiscutible. Y la Deportiva está ahora en la más negativa de la temporada, sin la solidez que la caracterizaba, echando muchísimo de menos a piezas claves y sin que los fichajes invernales o los secundarios consigan hacerlas olvidar.Seis partidos seguidos sin vencer suman los bercianos, que se quedan a tres puntos y con el golaveraje perdido del sexto puesto que marca el ‘playoff’ y ocupa el Oviedo, tras caer 3-0 en Almería en un partido que cierto es que, por buenos que fueran los antecedentes con los andaluces, es de los perdibles por el potencial de un rival que con este triunfo se metía en ascenso directo.
Pero lo que más duele es que se decantó por dos acciones aisladas y con el mismo guion. Un grave error defensivo, un rebote y un gol en las dos primeras ocasiones del Almería en el encuentro, que ponían recién iniciada la segunda parte un 2-0 que acabó con las aspiraciones de una escuadra berciana sin capacidad de reacción.
Tras una ocasión de Naranjo, Pujol se durmió y Sadiq se le adelantó para rematar un envío lateral y hacer el 1-0 De la nada había llegado al cuarto de hora el primer gol. Fue en una jugada por la banda izquierda en la que Appiah combinó para la subida desde atrás de Centelles, que ante la pasividad en la cobertura de Salazar ponía libre de marca un centro al segundo palo. Allí tenía Pujol ventaja, pero iba muy blando al despeje y Sadiq llegaba desde atrás con todo para golpear a trompicones un balón que acababa en el fondo de la red.
Y recién iniciada la segunda mitad, a partir de una pérdida de Amo en campo propio montaba la transición rápida el Almería, que llevaba el balón de banda a banda para que desde la izquierda Samu la pusiera, golpeando en un defensa y quedándole perfecto en la frontal para la llegada de Arnau, que sin dejarla caer la ponía a la perfección con el interior pegada al palo.
Tras una pérdida de Amo llegó un centro que pegó en un defensa y le cayó a un Arnau que voleó para el 2-0 Sin tres de los titulares en la zaga, pues a las bajas sabidas del sancionado Pascanu y el lesionado Copete se unió a última hora la de Ríos Reina por molestias físicas, la Deportiva naufragaba atrás, con un Pujol especialmente desafortunado, y perdía en dos acciones aisladas un partido que tenía relativamente controlado y en el que había tenido dos acercamientos peligrosos.
Uno, aún con 0-0, con un centro de Ojeda que en boca de gol llegaba a rematar Naranjo pero daba en un defensa. Otro, ya con el 1-0, en un posible penalti por una clara patada en la cabeza a Zalazar en la frontal, que el VAR revisaba pero estimaba que se producía fuera del área y por tanto no podía entrar.
Eso sí, con el 2-0 la opción de sorpresa se esfumó. Quiso mover el árbol pronto Bolo para buscar una reacción, con cuatro sustituciones realizadas ya a los 20 minutos de la reanudación y todas agotadas antes de la media hora, entre ellas el regreso un mes después de Agus Medina, y los bercianos empezaron a mandar aunque sin descifrar la defensa del Almería.
La Deportiva no generó ocasiones y en el tramo final, tras dos paradones de Amir, acabó llegando el 3-0 ¿Y por los andaluces hasta entrar en el tramo final? Hubo un tiro desde la frontal de Portillo, después de un saque de esquina, que iba colocado pero sin excesiva potencia y Amir conseguía sacar; otro muy potente y lejano de Sadiq que se marchaba cerca del palo; y un centro de Pozo desde la derecha que daba en la mano de Pujol dentro del área, pero que al venir de rebote tras tocar en el pecho no acababa en penalti.
Así se entraba en los últimos 10 minutos, en los que un tiro de Saverio desde la frontal blocado por Fernando era la única aproximación de una Deportiva que a la tercera clara ocasión de los locales veía cómo se terminaba agrandando la herida.
Porque lo salvaba primero Amir con un paradón enorme a cabezazo en área pequeña de Sadiq, de nuevo aparecía el iraní para sacar un mano a mano en cuyo rechace era un defensor quien se lanzaba para evitar el gol, y acababa marcando Eguaras tras una falta lateral sacada en corto que a la altura del punto de penalti remataba con un trallazo inalcanzable para el portero.