Las lluvias torrenciales de la semana pasada y un deshielo brusco de la nieve a motivado que la Confederación Hidrográfica del Duero haya declarado el nivel rojo de alerta en el río Cea y el aviso amarillo en el río Bernesga. El Bernesga llegó a alcanzar un nivel de casi tres metros a su paso por León y el caudal superó los 90 metros cúbicos por segundo. Las variaciones bruscas de caudal no son buenas para la vida acuática y mucho menos para la freza. Pero los caudales, de todos los ríos de nuestra provincia, en estos últimos días se han estabilizado.
El escurrimiento natural del agua hacia los cauces, provocado por el deshielo y la lluvia, hizo que la mayoría de los ríos transportaran sedimentos y se enturbiaran, obligando a los peces a refugiarse en sus resguardos naturales a la espera de aguas más propicias para la freza. Los frezaderos suelen estar en zonas de fácil arrastramiento por aumentos repentinos del caudal, pero esto y los cambios bruscos de temperatura son riesgos que tienen que correr.
Son tiempos de invierno, diciembre, enero y febrero, cuando las truchas en su quehacer de procreación descuidan su instinto de supervivencia y están expuestas a los ataques de sus principales depredadores; los furtivos y los cormoranes. La época de freza es un buen medidor del estado de salud de un río. Todo lo que suceda en estos tres meses establecerá el futuro del río y de la pesca. Pero tenemos que tener presente que, tanto los peces, como los invertebrados y demás habitantes del río llevan muchos años luchando con estas alteraciones del caudal. Saben sobrevivir y protegerse. Y además tienen como estratégica de conservación realizar unas granes puestas de huevos en la freza para dar respuesta a esas perdidas que a veces la naturaleza les presenta.
Se han visto buenas frezas en el río Omaña, Bernesga, Porma y Órbigo, entre otros. Las circunstancias climatológicas no están siendo las ideales para que la freza sea buena. Los ríos bajan altos en las zonas de freza de algunos ríos y estas condiciones no son las ideales para que la puesta de la trucha tenga éxito. Toda la evolución de la reproducción de las truchas necesita obligatoriamente un flujo constante de aguas limpias, frescas y que estén muy bien oxigenadas. Las truchas comunes de nuestros ríos nacen en ambientes salvajes y puros, pero necesitan seguridad. Esperemos que los ríos se sigan estabilizando y todo vuelva a la normalidad.
Cotos intensivos de pesca de la trucha arcoíris
En el año 2016 el BOE público la Sentencia del Tribunal Supremo en la que se incluía a la trucha arcoíris en el catálogo de especies invasoras. La Consejería de Medio Ambiente, enel BOCyL 8 de agosto de 2024, a declarado el coto de pesca «Mózar» en régimen de aprovechamiento intensivo y aprobar su correspondiente plan de pesca. Se autorizan las sueltas con la especie trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) con ejemplares criados en cautividad, procedentes de cultivos mono sexo y sometidos a tratamiento de esterilidad. Esta iniciativa de la Consejería afecta a las aguas del río Tera en Mózar de Valverde en un tramo de 6 kilómetros, desde las inmediaciones de la ermita de Colinas hasta el paso del canal sobre el río Tera.
Son muchos los aficionados a la pesca deportiva que se han alegrado de que, nueve años después de que se cerraran los cotos intensivos de pesca de trucha en la Comunidad, el coto truchero zamorano de Mozar de Valverde vuelva a estar operativo. Pero también hay muchos aficionados que no entienden muy bien este cambió de la administración en un río como es el Tera.
La trucha arcoíris especie invasora.La sentencia del Supremo responde al recurso número 396/2013 del contencioso-administrativo presentado por CODA- Ecologistas en acción, Sociedad Española de Ornitología (SEO) y la Asociación para el estudio y mejora de los salmónidos (AEMS-Ríos con vida). En la que estimaba parcialmente el recurso contencioso-administrativo contra el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el Catalogo español de especies exóticas invasoras, anulando parcialmente algunos extremos del mismo que afectan a la pesca en este sentido: Declara nula la exclusión en el Catalogo de la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss).
Se cumplió la Ley y desaparecieron los cotos intensivos de pesca en los ríos de nuestra comunidad, quedando reducida la pesca de la trucha arcoíris a los lagos de pesca. Los efectos más graves de la introducción de las especies exóticas invasoras son la desestabilización de ecosistemas y la pérdida de especies. Repoblar un río con una especie alóctona es una amenaza para la conservación de las especies autóctonas y altera el equilibrio ecológico. Los ríos son muy vulnerables por su fragilidad y se ven especialmente alterados por estas introducciones que alteran y compiten en la supervivencia de las especias ibéricas, trucha común, barbos, bogas…etc.