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Cuando pasa tantas veces, cualquier argumento que recurra sólo a la suerte queda invalidado. Y esta temporada, cuando llegan los últimos minutos y la Cultural necesita un gol, todo el mundo sabe que puede acabar cayendo.
Porque juegue mejor o peor, y este domingo fue de las versiones más flojas en toda la temporada de los leoneses, si algo tienen es que no dejan de creer ni de empujar hasta el último segundo. Dicen que la fe mueve montañas y desde luego para la escuadra culturalista lo que hace es dar puntos, porque fue de nuevo un gol en el minuto 89 lo que le permitió esquivar su primera derrota de la temporada y regresar con un empate (1-1) de la visita al Amorebieta.
Fue, como en Andorra, a balón parado, una faceta fundamental en esta categoría y de la que esta campaña sí que está sacando mucho partido la Cultural. Puso desde la izquierda un córner perfecto Álvaro, cerrado y la altura perfecta para un remate, y se encontró con la colosal llegada de Rodri, que había entrado al campo instantes antes, y que se anticipaba a su par para en el área pequeña conectar un poderoso cabezazo que superaba a Gaizka y ponía de nuevo el empate en el marcador.
Rodri, que acababa de entrar, se anticipó al defensa en área pequeña y puso el 1-1 en el que era el primer tiro a puerta leonés
Que ese, en el último suspiro del encuentro, fuera el primer tiro a puerta de los leoneses, en los que el mejor había sido su portero Bañuz, resume bastante bien lo que había sido el partido. Y sin embargo, aunque eso hizo que el punto supiera a oro para los culturalistas... incluso el botín pudo ser aún mayor, porque en el minuto 95 acariciaron la remontada.
Ahí llegó una subida por la banda de Víctor (extraordinario partido del lateral, con la seguridad defensiva habitual pero más incorporaciones ofensivas de lo normal), que ponía un centro-chut que se le envenanaba a Gaizka Campos, que la sacaba en primera instancia con una buena mano abajo y, con una gran reacción, se levantaba del suelo para llegar a volver a despejarla cuando dos atacantes se disponían a meter el rechace en la línea de gol.
Era su primera parada de todo el encuentro, pero valía para salvar a su equipo de una derrota que lo cierto es que no había merecido. Porque llegaba la Amorebieta como colista, pero ya sin Julen Guerrero en el banquillo no se pareció en nada a un equipo con sus pobres números, sino más bien al recién descendido al que se esperaba en la zona alta y que sabe cómo jugar en un césped que estaba en pésimo estado.
Escobar mandó arriba un tiro claro en área pequeña y, en el 95, Gaizka evitó con su primera parada el 1-2 de Víctor en un centro-chut
Sin embargo, la única manera en la que logró convertir a Bañuz fue con un penalti inexistente que se sacó de la manga de forma inexplicable Irurtzun Artola. Porque centró Hervías y, en la esquina del área grande, con dudas de hecho sobre si dentro o fuera, Escobar despejaba con el pecho, con el balón saliendo rebotado con una potencia que el brazo nunca hubiese dado y el atacante sin reclamar nada en ningún momento. Y sin embargo, Irurtzun Artola consideraba que le había dado en el brazo y decretaba la inexistente pena máxima, en la que Hervías engañaba al portero para poner el 1-0.
Tras una semana de polémica arbitral y campaña por los supuestos favores a la Cultural, esta vez salía cruz y un error, de esos que hay que asumir que como los tuyos propios van a llegar a favor y en contra a lo largo de una temporada, era clave para los leoneses.
Un centro que pegó en el pecho de Escobar se convirtió en penalti por mano y supuso el gol del Amorebieta
Sin embargo, hay que decir que llevaban todos los primeros 45 minutos jugando con fuego. Una volea de Víctor García, de primeras y escorado hacia la derecha tras un despeje, la cual se iba fuera, era el único acercamiento en la primera parte de los leoneses, que pedían penalti en un derribo a Escobar de esos con leve contacto que son siempre falta en el centro del campo pero nunca se pitan dentro del área.
Mientras el Amorebieta hacía trabajar mucho a Bañuz, casi siempre a través de subidas por la banda derecha del carrilero Carbonell, que fue una ‘pesadilla’ y tuvo las dos primeras ocasiones. En una, tras una buena pared, sacaba el meta abajo su disparo desde la frontal; en otra, tras robar en campo contrario a un ayer desafortunado Maestre, regateaba a dos defensores dentro del área y superaba a Bañuz pero con un disparo flojo que llegaba a sacar bajo palos Fornos.
Al filo del descanso llegaba el citado 1-0 y, recién iniciada la segunda parte, una clara ocasión para ampliar distancias, pues Hervías le ganaba la espalda a Víctor y se plantaba aunque algo escorado a la izquierda ante Bañuz, que tapaba bien y la sacaba con el cuerpo.
Fornos sacó un tiro bajo palos y Bañuz hizo tres grandes paradas, una en un mano a mano de Hervías
Mejoraba con el paso del tiempo la Cultural y dominaba por primera vez en el choque, aunque sin conseguir generar ocasiones y sufriendo en las contras, como en una de Carbonell (sí, otra vez él) cuyo tiro cruzado obligaba a exhibirse de nuevo para sacarla abajo al Muro.
Pero entre la falta de claridad llegó una oportunidad clamorosa para los leoneses. Como el posterior gol fue a balón parado, en un córner, donde el balón le quedaba en el área pequeña, casi al lado de la línea, a Escobar, que con rivales cerca la tiraba por encima del larguero en algo que parecía más difícil que haberla metido en el fondo de la red.
Durante muchos minutos parecía que te ibas a acordar de esa jugada, pero entonces apareció Rodri para mantener invicta una semana más a la Cultural.