Ver al Ademar buscando constantemente en seis metros a Marchán y que el pivote agarre casi cada balón y saque algo positivo de él, bien sea en forma de gol, siete metros o exclusión forzada, fue tradición durante año y medio en el equipo leonés.Y de repente, tras brillar en enero en el Mundial, el manchego había dejado de ser ese factor determinante. Hasta este sábado. Volvió el mejor Marchán, con cinco goles de cinco lanzamientos y petróleo casi en cada acción donde recibió, y lo notó el conjunto leonés, que se rehízo tras los pinchazos en sus dos últimas salidas y se impuso por 25-29 al Anaitasuna, en un partido en el que cogió cinco goles de renta en un tremendo inicio y supo jugar con ellos hasta el final, no subiendo nunca la diferencia de ahí pero tampoco bajando ya de los dos.
Una victoria con nombres propios, pues si el del pivote lo fue por haberse echado de menos, con Lucin y Gonzalo empieza a ser costumbre que se exhiban y lideren a su equipo.
En el minuto 12 el Ademar ya ganaba 5-10. Nunca tuvo más diferencia ni se puso ya Anaitasuna a menos de 2 Lo hizo el extremo sin tanto protagonismo como es habitual en estático o en las contras, pero siendo letal en unos siete metros que eran clave por lo numeroso de los mismos, y donde acabó con siete de siete . ¿En el caso del croata? Fue en especial en la primera mitad, propiciando el a la postre decisivo despegue ademarista con cinco goles en los primeros 20 minutos. Incapaz de descifrar a Lucin se mostró de salida la defensa navarra, que encajó 10 goles en los primeros 12 minutos y cuando quiso ajustarse atrás estaba ya con una desventaja que se mantenía en los cinco (13-18) al descanso.
Dos momentos realmente críticos tendría en la segunda el Ademar. El primero de salida, cuando el Anaitasuna arrancaba con un parcial de 3-0 e incluso llegaba a tener balón para, en superioridad, ponerse a uno, llegando en ese momento un robo y gol a la contra de Gonzalo, y dos penaltis forzados por Feuchtmann y Marchán y convertidos por el extremo para volver a los cinco de ventaja (16-21).
En un mal día de la portería, dos intervenciones de Slavic con 25-28 y el ataque atascado fueron decisivas El segundo llegaría después de unos minutos de intercambio de goles que le valían al Ademar y en los que destacaba en ataque Kisselev, única rotación que usaba Cadenas en una primera línea en la que de nuevo se quedó sin minutos Gostovic. Acostumbrado a actuar sólo en defensa, el lateral soltaba el brazo para ayudar en momentos complicados, acabando el choque con cuatro tantos.
Con un peligroso 24-27 se llegaba a los diez últimos minutos, en los que el Ademar se atascó en ataque y las pérdidas de balón que tan bien habían controlado hasta entonces empezaron a sucederse. Y aunque un gol de Lucin, el único logrado en seis minutos, daba algo de aire a los de Cadenas, la diferencia la acababa marcando una portería donde ni Khalifa ni Slavic habían tenido su mejor día.
Sin embargo con 25-28, en dos balones claros para haberse colocado a dos, el meta croata aparecía y sentenciaba un triunfo que incluso acababa trayendo consigo el recuperar el golaveraje, protestando de hecho algunos de los jugadores navarros el tiempo muerto de Cadenas a falta de 25 segundos para sentenciarlo. Una faena redonda de un Ademar que a cada ‘bofetada’ ha respondido brillando.