Durante toda la semana desde el Abanca Ademar se había trasladado la intención de dar un paso adelante en la visita de este sábado a Pamplona, especialmente en defensa, para no cometer los mismos errores que le habían condenado hace siete días ante Logroño. Bien es cierto que el conjunto leonés mejoró en esa parcela ante Anaitasuna, pero solo con eso no vale para ganar un partido de balonmano. Se volvió a quedar en intento la reacción de un Ademar que sigue dejando la imagen de la pasada temporada a pesar de los cambios y encajó su segunda derrota consecutiva con una lectura clara: jugar sin portero hace mucho más complicadas las cosas.
Lo dicen los fríos números, que delatan una nueva actuación fantasma tanto de Papantonopoulos como de Honrado. Bien es cierto que no esperaba el equipo leonés la situación que le ha dejado sin su guardameta titular a punto de comenzar la temporada, pero la elección del sustituto con sus condicionantes y la gestión para contar con él ya le cuesta puntos al equipo. 3 paradas hizo la portería del Ademar, que tardó 24 minutos en repeler un balón y tuvo su único momento de luz con las 2 restantes en un momento clave de partido. Pero eso no es suficiente si enfrente los guardametas sacan 5 veces más balones (14 paradas), una diferencia exagerada y que condena cualquier opción en un partido tan ajustado como acabó resultando en ‘La Catedral’.
Pero no fueron los porteros ni mucho menos los culpables, porque si de hecho la defensa funcionó mejor no fue gracias a un Santista que se autoexpulsó al final de la primera mitad y que debe aprender a controlar sus revoluciones. Además, le haría falta al equipo comenzando por Manolo Cadenas no centrar su atención en la labor de los colegiados, que expulsaron al técnico de Valdevimbre tras protestarles al pedir un tiempo muerto (lo que le costó al equipo estar 4 minutos con un jugador menos) y terminaron concentrando el interés de un David Fernández muy lejos de su nivel, pero que aún así aportó 5 goles.
La diferencia entre las dos porterías obligó primero a ir a remolque y terminó decidiendo el partidoPorque si confiaba el Ademar en su potencial ofensivo para llevarse muchos puntos, el partido de ayer era un día para hacerlo valer. Sin embargo, más allá de la buena actuación de los porteros, excesivos fueron los errores en ataque (Cancio paraba 2 de los 3 siete metros que le lanzaron), por precipitación con Milosavljevic y Boskos como sospechosos habituales o simplemente por ausencia de nivel para jugar en Asobal como en el caso de Deividas Virbauskas.
Lo increíble es que, con todo, el Abanca Ademar tuvo opciones de llevarse el partido de Pamplona. De su mal día ofensivo habla por sí solo los 5 minutos que tardó en hacer el primer gol del partido, lo que le llevó ya a ir siempre a remolque. Defendiendo bien en el centro y pudiendo correr con Antonio Martínez, que dedicó ayer cada uno de sus 7 goles a su abuelo Félix Llamazares, leyenda de la Cultural que fallecía este mismo sábado, la contienda se igualaba hasta la aparición de Bar.
Los leoneses se pusieron por primera vez por delante a 15 minutos del final, pero no aguantaronHasta de 5 goles llegó a ser el hándicap para los leoneses en la primera parte (15-10), si bien un gol de un Juan Castro que se echó al equipo a las espaldas dejaba la diferencia en 4 al descanso (16-12).
Pintaban bastos un día más para el Abanca Ademar, que parecía irse definitivamente del partido con la expulsión de Cadenas y esos 4 minutos con un jugador menos que, con 4 abajo (20-16), poníanuna gran losa sobre el equipo. Pero volvió a demostrar este Ademar tener esa garra que como mínimo se le puede pedir a un equipo que representa al club. Con Luis Puertas al mando, que metía en el campo a un Kim del que Cadenas se había olvidado, el Ademar apretó en defensa y con un robo de Casqueiro, otro de Castro y otro, junto a una asistencia del coreano, no solo igualaba el marcador, sino que aprovechando un fallo de Aitor García se ponía por delante con un tanto de David (22-23).
Temblaba el Pabellón Anaitasuna como lo hacían sus jugadores al recibir el balón, pero no pudo aprovechar el Ademar la oportunidad de poner tierra de por medio, entrando en un intercambio de goles que el acierto bajo palos volvió a decantar a favor de los locales. Un parcial de 4-0 ya a falta de pocos minutos sentenciaba el partido para los locales (28-25), que buscando un mejor golaverage se terminaron estrellando con la defensa abierta ademarista, que dejó finalmente el hándicap en solo dos tantos (29-27).
Nueva derrota para el Abanca Ademar, que necesita como agua de mayo a un portero que eleve el nivel de un equipo que no puede perder el foco en su mejora sin mirar al exterior. Mimbres ahí, falta el cesto.
Anaitasuna 29 - Ademar 27: 'La reacción se volvió a quedar en intento'
El Abanca Ademar suma su segunda derrota consecutiva tras caer en Pamplona ante un Anaitasuna al que le valió jugar con portero y cometer menos errores
17/09/2022
Actualizado a
17/09/2022
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