El grito de ‘hasta el final, sí Cultural’ que año tras año se escucha en las gradas del Reino tiene esta campaña más validez que nunca. Como en Zamora o ante el Tarazona el último suspiro trajo una alegría mayúscula para los leoneses, cuya fe inquebrantable les hace confiar y apretar hasta el silbido final, lo cual está teniendo recompensa.
Otra vez marcó en el 93 un gol decisivo la Cultural, si bien este no le sirvió para ganar sino para rescatar un empate. Pero uno con mucho más valor que el punto que te anota en la clasificación. Porque no sólo sumas sino que no se anota tres el Andorra, gran favorito por presupuesto al primer puesto y sobre el que se mantienen con ocho puntos de ventaja en la clasificación.
1-1 finalizaron los de Raúl Llona en un partido sin llegadas durante 89 minutos pero con dos goles a balón parado en un vibrante final.
De un combate nulo entre dos ‘gallos’ que apenas se habían generado peligro se pasó en un suspiro a un frenesí en el que el Andorra se adelantó por medio de Lautaro y la Cultural respondió a través de Satrústegui para devolver las tablas en el marcador. Como si nada hubiese pasado a efectos de puntuación. Como si un tranvía te hubiese pasado por encima a nivel emocional para los aficionados.
Satrústegui se lanzó para anticiparse a la salida del portero y, tras dos fallos en los despejes, poner el gol leonés
Porque en el minuto 89 todo parecía perdido. La Cultural, de nuevo tremendamente sólida, apenas había concedido. Ni un equipo de enorme potencial ofensivo como el Andorra había sido capaz de generar peligro a los leoneses, con Víctor y Álvaro ganando la partida una y otra vez a sus pares, Fornos y Satrústegui despejando todo sin errores, y Maestre y Barri conteniendo y acumulando recuperaciones en la medular.
De hecho, salvo en el arranque de partido con dos arrancadas de Manu Nieto, una de las cuales acababa en la que sería mejor ocasión local con un disparo que se iba ligeramente fuera y la otra en la única parada de Bañuz en el partido, con un tiro flojo a las manos del meta, el Andorra no había generado absolutamente nada, pues cuando pudo tenerla en la segunda mitad, con un balón en boca gol para Luismi, este controlaba muy mal y la acción quedaba en nada.
Y sin embargo, un error podía ser suficiente para condenarte. No llegó en un balón dividido justo en la frontal en el que Víctor iba al choque y Peña pedía penalti considerando que había llegado antes. Pero sí en ese balón parado que, en partidos así, marca diferencias.
Un córner 'regalado' por Presa y que Bañuz no despejó bien lo remató Lautaro en el segundo palo poniendo el 1-0
Así, en el 89 Kevin Presa ‘regalaba’ un córner, despejando al fondo y no a banda un balón al que llegaba con cierta comodidad. Lo pagarían caro los leoneses. Porque ponía el córner Álvaro Martín, le daba en la espalda a Presa, le volvía a Morgado que cabeceaba, salía a despejar en área pequeña un Bañuz que no lo hacía bien y el balón le llegaba al segundo palo a Lautaro, cuya marca había perdido Víctor, que voleaba con potencia de primeras para poner por delante al Andorra.
El partido se ponía casi imposible para la Cultural, que se veía obligada a generar en los cuatro minutos de descuento de que disponía lo que no había sido capaz en 90. Porque si Bañuz apenas intervino, el meta rival, Nico Ratti, sólo lo había hecho en un centro chut de Calderón que se envenenaba y le obligaba a despejar in extremis porque se colaba.
Los porteros apenas intervinieron. Ratti sólo sacó un ‘centro-chut’ de Calderón y Bañuz un tiro flojo de Nieto
Nada más creó la Cultural en la segunda parte. Y en la primera la sensación de peligro sólo había llegado en uno de los numerosos córners provocados, con un defensa sacando el cabezazo de Satrústegui que se colaba; o en las recuperaciones en campo contrario que la presión alta provocaba en la salida con el balón jugado del Andorra, viniendo tras una de ellas un tiro de un activo Manu Justo desde fuera del área que se iba fuera por poco.
Y entonces, en el minuto 94, los leoneses encontraron el camino del gol. La pelea de Escobar en un balón dividido les daba un córner que botaba al segundo palo Calderón, pegaba en Peña yéndose al área pequeña donde Clemente le daba al aire al ir a hacer un despeje que realizaba pero de forma horrible Alende, y Satrústegui se lanzaba para anticiparse a la salida del portero para desde el suelo conectar un remate que acababa en el fondo de la portería rival.
Se tiraba el central en plancha al dañado campo, muy pesado y que provocó constantes resbalones. Rugía la afición leonesa, con presencia incluso en un desplazamiento tan largo y que se hizo oír en un campo con una entrada muy pobre para un choque de tanto nival. Y volvía a sonreír la Cultural, que llegará invicta al derbi...y que como mínimo terminará la jornada manteniendo su ventaja de siete puntos sobre el segundo clasificado.